Muchos héroes en un plato
Cada nuevo estreno de un film basado en héroes de comic me hace pensar que con los años, esta era de la cultura popular será estudiada como se estudian los héroes clásicos de la mitología griega. La diferencia, si acaso esto ocurre, es la falta de poesía y de belleza que caracteriza a muchas de estas películas. Si el universo de los comics ya es inabarcable, el de los films basados en superhéroes, y en particular los de Marvel, promete convertirse en un conjunto cada día más difícil de abarcar. No tanto por el tiempo físico, sino por lo abrumadoramente irrelevantes que se vuelven película tras película. Marvel multiplica su universo hasta límites insospechados. Las películas van conformando un cuerpo enorme, donde el número de héroes comienza a parecerse al de las historietas, los planes a futuro son aun más abarcadores. Hoy el mundo del cine se ha casi fusionado con el mundo del comic. Esto no habla ni bien ni mal de Los Vengadores: Era de Ultrón, tan solo es el contexto en el cual esta película se ha hecho. Muchos superhéroes juntos, más todavía que en el film anterior, muchos actores famosos para interpretarlos también. Pero sin embargo hay algo en el exceso de estas películas que no termina nunca de cerrar. No es un exceso placentero, no es que la película posee mucho cine ni que marca un estilo claro y definitivo. No, para nada. Por momentos la estética es casi nula, visualmente como un largo dibujo animado mal hecho, sin gracia. El plano secuencia inicial, sin ir más lejos, es estéticamente muy feo, los efectos especiales en ese momento se ven muy mal. La ausencia de belleza de esta película es para alarmarse. Es increíble que durante dos horas no haya momentos de genuina belleza. Pero increíble o no, lo cierto es que no la hay. El cine de superhéroes parece que se volvió un lugar feo. La trama es un poco mejor que la del film anterior, al menos está un poco más enfocada, las subtramas, como siempre, son demasiadas. Pero utilizando como centro a Hulk y a Iron Man, la película logra darle a la trama un poco más de coherencia y solidez. Juntos están buscando una forma de paz definitiva, que proteja al planeta de un ataque exterior, pero las cosas toman un giro inesperado y una nueva amenaza se cierne sobre ellos y el mundo. Es realmente un enorme avance para la técnica cinematográfica la manera en la que algunas imágenes, en otra época impensables, hoy se ven con total realismo en los momentos más espectaculares del film, pero como ya fue mencionado, hay otras imágenes que parece retroceder hacia formas menos logradas, más torpes, como si en lugar de nuestros héroes tuviéramos torpes animaciones de bajo presupuesto. Si las imágenes no terminan de funcionar, menos lo hacen los diálogos, todos en la búsqueda de lo ingenioso o gracioso, sin lograr ninguna de las dos cosas. Tampoco la parte dramática tiene interés alguno, al contrario. A pesar de las muchas lecturas que uno intente hacer, no hay nada profundo o coherente en las ideas del film, no hay una mirada uniforme ni una mirada del mundo. Los héroes se multiplican a un número que ya podrían armar un torneo de fútbol de treinta equipos. El que mucho abarca poco aprieta y Marvel se podrá quedar con el mercado del cine, pero no su alma. Y sí, claro, hay una escena durante los títulos de crédito del final. Solo una, así que luego de verla, pueden irse.