Primer segundo de la proyección, la placa de Marvel Studios hace alusión a que han pasado diez años de su creación. Y sí, hace ya diez años que con el estreno de "Iron Man" se daba inicio a algo impensado en ese momento, el hoy llamado MCU o Marvel Cinematic Universe, ese hilo que une a todas las películas de su factoría bajo una historia común.
Diez años que fueron creando una expectativa enorme y que finalmente ve precipitar su primer broche de oro.
"Avengers: Infinity War" es lo que todos los fanáticos de este mundo vienen esperando desde que el juego se creó. No todos los días se acontece a un evento de este estilo que excede lo cinematográfico y avanza sobre la cultura del consumo masivo. No solo pasó una década, dieciocho películas previas para llegar a este momento.
¿Qué se puede esperar a esta altura? Esa es la gran dicotomía de "Avengers: Infinity War", jugar un juego en el que las cartas ya fueron mostradas. Por un lado, es positivo porque se pisa sobre seguro (siempre nos dirigimos a quienes les guste la franquicia, los que no ¿qué hacen viendo la película n°19?), por el negativo, hay poco para sorprender. Los hermanos Anthony y Joe Russo vuelven a ocupar la silla de director que dejó vacante Joss Whedom, como en las dos secuelas de Capitán América.
Si algo caracteriza a estos hermanos, es su capacidad para amoldarse al estilo unificado del conjunto. No esperen una película que se diferencia del resto como viéramos en la Hulk de Ang Lee o la Capitán América de Joe Jhonston. Los Russo filman con el manual de estilo en la mano. Similar sucede con la historia.
Es lo que nos vienen adelantando desde el inicio de esta Fase 3 en "Capitán América: Civil War", o mejor dicho, desde que nos empezaron a hablar de las gemas del infinito en la Fase 2 con "Iron Man 3". Thanos (Josh Brolin totalmente en CGI) finalmente está dispuesto a conseguir las gemas faltantes para dominar el universo y destruirlo a su antojo para iniciar una nueva era.
Los Avengers han quedado divididos luego de los eventos de Civil War, y varios duramente dañados luego de lo sucedido en Thor Ragnarok.
Cuando Thanos comience con su nueva avanzada, finalmente se verán forzados a unir fuerzas, ya no sólo como los Avengers conocidos, sino como algo mucho más grande. El resumen suena a gacetilla, y es que básicamente "Avengers: Infinity War" es eso, se ve más de lo que se cuenta.
Necesariamente hablamos de una película coral, muy coral. La acción se desarrolla en varios planos que lentamente se irán uniendo. Los personajes se introducen paulatinamente, convocados los unos a los otros; siendo Thanos el motor que aglutina todo.
Cada “visita” suya a un punto del universo, suma nuevos personajes. Habrá algunos que se hagan desear más que otros, y sí, no todos contarán con la misma participación. Hay algo claro, hay una suerte de rango o categorías dentro de los superhéroes, están los de primera línea, y los que se ven más de relleno, y en películas como estas, se nota. Dr. Strange (Benedict Cumberbatch) adquiere mucho protagonismo, lo cual es bienvenido.
Su personaje se diferencia de Tony Stark/Iron Man (con quien comparte la mayor cantidad de escenas) y toma un liderazgo notable. Thor (Chris Hemsworth) sufre las consecuencias vividas en su última película, se encuentra en terreno ajeno dentro del mundo de los Guardianes de la Galaxia, y lo suyo pasa más que nada por tratar de recuperar el poder perdido, y sí, algún martillo.
Será este arco en el que más se note el factor desternillante del MCU, el humor no siempre bienvenido. Drax (Dave Bautista) termina de despuntar como comic relief junto con Mantis (Pom Klementieff).
Lo positivo, es que el humor ahora parece estar focalizado dentro de un arco particular. Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans), como el otro superhéroe de primera plana, será quien más se haga rogar. Su presencia no será tan grande como la de los anteriores, pero sus escenas son importantes para el desarrollo, otorgándole así, el peso que el personaje necesita.
Del resto, quien necesita un cambio pareciera ser Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo) en el mismo plan conflictuado de sus últimas apariciones.
Por el contrario, Vision (Paul Bettany( y Wanda Maximoff/Scarlett Witch (Elizabeth Olsen), adquieren mayor compromiso y personalidad. "Avengers Infinity War" asume su “responsabilidad” de ser un gran evento, se ve como una película enorme, no solo por su duración que traspasa las dos horas y media (bien aprovechadas).
Resuelve varios de los problemas que el universo de Marvel en el cine parecía perpetrar (como el nombrado exceso de humor, que lo sigue teniendo igual de molesto, pero más concentrado), y encuentra finalmente un villano de su talla.
Thanos es un villano con peso, con buenos secuaces, con una justificación, y con un despliegue de fuerza a la altura. Más allá del CGI que puede gustar, o no, se siente como un villano al que para derrotar habrá que unificar fuerzas, y al que no todos lograrán salir victoriosos, y que marcará un antes y un después.
Hay sorpresas (algunas más sorprendentes que otras), pérdidas (algunas más significativas e inesperadas que otras), errores que continúan como la falta notoria de épica (esta vez más visible por los hechos que se viven), y un ritmo parejo que aprovecha la duración extensa para no ser un bombardeo permanente y sí poder otorgar acción a raudales cuando sea necesario.
Por último, este no es el último film de la historia, se sabe que habrá una segunda parte, y cumple en dejar todas las expectativas abiertas. "Avengers: Infinity War" es una experiencia positiva dentro del MCU luego de varios desaciertos. Una película que no innova, que entrega lo que se fue a ver, y pisa sobre seguro sin tomar ningún riesgo. No intenta superarse, pero mejora varios de los escollos que ya parecían enquistados, y con eso alcanza para llegar al final y seguir esperando lo que vendrá.