No era para nada sencillo plasmar un film que reuniera esta cofradía de superhéroes de Marvel, lograr empatía entre todos y que eso se transmita al espectador, y además contar con una buena historia que incluyera una amenaza contra el planeta y un villano acorde con la envergadura de estos gladiadores del Comic. Más allá de su esperable, superpoderoso, nivel de producción, The Avengers: Los Vengadores logra todo eso con buenas armas expresivas y visuales, ya que es bien sabido que no siempre un gran presupuesto da por resultado una gran película.
Si bien en el film del Joss Whedon (con amplia carrera televisiva, conocimiento profundo de estas temáticas, y director de la interesante pieza de ciencia-ficción Serenity) todo está calculado hasta el mínimo detalle, la narración es fluida, y colabora en esto cierto desenfado de algunos personajes, que incluso tienen varios gags de un disfrutable buen humor.
Los Vengadores incluye gran cantidad a referencias a las películas que se realizaron con los personajes individuales, como Capitán América, las dos Iron Man, y especialmente la Thor de Kenneth Branagh, cosa que será muy agradecida por los fanáticos, pero que a la vez no imposibilita que sea –relativamente- entendible para los neófitos. Resulta también elogiable el hecho que estén presentes en el film todos los actores que protagonizaron las películas mencionadas, con la sola ausencia de los que interpretaron a Bruce Banner (Hulk), Eric Bana o Edward Norton, pero a cambio los productores consiguieron a Mark Ruffalo, lo cual paradójicamente es uno de los mayores aciertos del film. Todos estos detalles se ensamblan a la perfección como que este mancomunado equipo de superdotados funcione sin fisuras a lo largo de más de dos horas y media de metraje muy bien aprovechados. Un entretenimiento espectacular para ver, con o sin 3D, sí o sí en el cine.