Los Vengadores

Crítica de Felipe Quiroga - CiNerd

SUPERPODEROSA

Y llegó el día. Un día como ningún otro, en el que Marvel logró el objetivo que se había planteado hace más de cuatro años: llevar esa sensación de universo compartido que hay en sus historietas a la pantalla grande, todo un hito en el cine de superhéroes. “La Casa de las Ideas”, como se conoce a la compañía, había iniciado el ambicioso plan con las adaptaciones cinematográficas de sus cómics: IRON MAN: EL HOMBRE DE HIERRO (2008), HULK: EL HOMBRE INCREÍBLE (2008), IRON MAN 2 (2010), THOR (2011) y CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR (2011). El resultado es muy satisfactorio: LOS VENGADORES (THE AVENGERS) es una película divertidísima, intensa, graciosa y con buenos momentos nerd. El director y guionista, Joss Whedon, pudo canalizar poderes y egos en una simpática superproducción (nunca mejor dicho), con efectos especiales sorprendentes.
Para que fuera necesario convocar a los héroes más poderosos de la Tierra, la amenaza tenía que ser lo bastante grave. Y lo fue: luego de haber sido derrotado en THOR, el villano Loki aparece en las instalaciones de SHIELD y “hechiza” a Hawkeye (Jeremy Renner) para que lo ayude a robar el Tesseract (el poderoso cubo mágico visto en CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR). Con este artefacto, el asgardiano tratará de abrir un portal dimensional que permita la entrada a nuestro mundo de una raza extraterrestre. Ante semejante quilombo, Nick Fury (Samuel Jackson) y Black Widow (Scarlett Johansson) reclutarán a los héroes para salvar el planeta: Iron Man (Robert Downey Jr), el Capitán América (Chris Evans) y Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo). Después se unirá a ellos el dios del Trueno, Thor (Chris Hemsworth).
El argumento del film es simpático, aunque simple. Algunas cosas se resuelven de manera demasiado fácil, como la vuelta de Thor a nuestro mundo: recordemos que el puente que unía Asgard con la Tierra se había destruido, algo que parecía muy grave, oh, cómo volveré a ver a mi Thor, se preguntaba Natalie Portman, buh, buh, y todo eso. Resulta que ahora es suficiente con una línea de diálogo para explicar el regreso del rubio. También es demasiado sencilla la forma en que se soluciona (¡SPOILERS!) el hechizo de Loki sobre Hawkeye: alcanza con un golpe en la cabeza (FIN SPOILERS). Sin embargo, se destacan los geniales diálogos, algunos a modo de homenaje al cómic o auto-referenciales. Además, es interesante que el relato trate sobre un supergrupo que no quiere serlo, una clara referencia a la historieta de Los Vengadores, donde nunca faltan los roces entre los miembros del equipo. Esto de que al comienzo no se banquen mucho entre ellos da lugar a divertidas escenas de discusiones y, obviamente, a impresionantes luchas cuerpo a cuerpo, nérdicamente disfrutables.
Si bien la película está plagada de buenos momentos, hay para destacar dos grandes secuencias por su intensidad y por el asombro que generan: la que sucede a bordo del Hellicarrier, el portaaviones volador de SHIELD, y la alucinante batalla final, donde los efectos especiales y la buena dirección de Whedon logran introducir al espectador en el centro del caos. Lo mejor es la manera en la que el film alterna entre la acción y el humor, dos características siempre presentes en las películas de Marvel. Además, no faltan escenas para que se luzcan todos los personajes, incluidos los sin poderes (¡pobres!), pero es Hulk quien, sin dudas, se roba la película.
Actoralmente, el excéntrico Tony Stark, del siempre efectivo Robert Downey Jr., es el personaje representado con más soltura. Pero también resulta acertada la conmovedora interpretación de Chris Evans como ese Steve Rogers totalmente fuera de su tiempo, si bien su voz de mando se hace escuchar de forma creíble cuando los Vengadores requieren un líder. El malvado Loki cobra vida gracias a un Tom Hiddleston de gestos despreciativos y soberbia divina en la mirada: el rol le sienta bien al actor, como ya lo demostró en THOR. Sorpresivamente, Samuel Jackson no aparece en su mejor forma como Nick Fury: el personaje es muy bad-ass, sí, pero en ocasiones expresa sus líneas de diálogo sin mucha convicción, como si no entendiera lo que dice (por ejemplo, cuando se refiere al Tesseract). Habría sido mejor verlo más suelto, como en IRON MAN 2, y no tan encorsetado por el guión.
La película vuelta tan alto como Iron Man o Thor, impacta tanto como Hulk y nos inspira a creer en los héroes tanto como una arenga del Capitán América: LOS VENGADORES está totalmente a la altura de las expectativas. Se le podría criticar la ya mencionada simpleza del guión y que el formato 3D sólo se aprovecha en las escenas de vuelo de Iron Man o en el ataque de las naves extraterrestres (tranquilamente uno la puede ver en 2D sin perderse nada). Pero es un film con el superpoder de maravillar: Marvel replica en los cines lo que se lee en las viñetas y, de una historieta, hace historia.