Joss Whedon demuestra que puede manejar una megaproducción y no morir en el intento.
Llegó el día: entre mañana y el viernes llegará a las pantallas latinoamericanas Los Vengadores, la última superproducción de Marvel dirigida por Joss Whedon. Aquí, los héroes de las anteriores películas se unen para formar un grupo de justicieros bajo las órdenes de S.H.I.E.L.D., una organización secreta de seguridad internacional.
Para entender al cien por ciento la película, es necesario haber visto absolutamente todas las obras de Marvel hasta el momento, sobre todo Thor y Capitán América, ya que sus líneas argumentales van palmo a palmo con la de Los Vengadores. Paso a explicar: La película comienza con la gente de S.H.I.E.L.D. y el doctor Selvig (Stellan Skarsgård, visto en Thor) analizando los extraños comportamientos del Tesseract, el elemento con el que Hydra quería hacer un arma hiperpoderosa en Capitán América. Este cubo pertenece originalmente a la gente de Asgard, y es utilizado para transportarse de un mundo a otro, por eso - además de ser una potencial arma y fuente de energía ilimitada -también es un portal, y como todo portal, tiene dos lados.
Del otro lado de ese marco está Loki (Tom Hiddleston), expulsado de Asgard y buscando revancha contra los terrícolas, que hicieron que su hermano Thor (Chris Hemsworth) "bajara a su nivel", olvidando su rango de deidad. Él hará un pacto con una raza alienígena belicosa llamada Chitauris, en el cual les promete el Tesseract a cambio del dominio del planeta tierra.
Así, Loki llega al planeta a través del portal creado por el Tesseract y comienza su plan maestro: domina la mente de Clint "Hawkeye" Burton (Jeremy Renner) y de Selvig para tener fuerza y cerebro mientras prepara un portal más grande para que todo el ejército Chitauri venga a exterminarnos. Esto hará que S.H.I.E.L.D. vuelva a considerar la iniciativa Vengadores, un plan para reunir a los hombres y mujeres más poderosos del planeta en un escuadrón de defensa invencible. Pero a ellos no se los ve muy emocionados. Solo el Capitán América (Chris Evans) y Black Widow (Scarlett Johansson) permanecen en S.H.I.E.L.D. El primero porque no tiene lugar en donde caer, y la segunda porque es una agente fija. Tony Stark (Robert Downey Jr.) es Tony Stark, y no tiene el más mínimo interés de formar parte del grupito, Thor se encuentra en Asgard, por lo que es imposible comunicarse con él y el Dr. Bruce Banner (Mark Ruffalo), más conocido como Hulk, está en el corazón de la India, ayudando a personas humildes e intentando mantenerse lejos de todo lo que le provoque un pico de stress. Pero todo el escenario cambiará cuando Loki tome por sorpresa a un grupo de civiles en un coqueto evento en Alemania. Allí, Iron Man y el Capitán América lograrán detenerlo y llevarlo hacia S.H.I.E.L.D., pero también en el medio aparecerá Thor, que querrá regresarlo a su hogar. Pero sin el Tesseract eso es imposible, lo cual da pie a una serie de peleas internas, guerras de egos y demás cosas que Loki sabrá explotar a su manera.
Contar más de Los Vengadores sería arruinar la película. El planteo es ese y todo lo que sigue es, como puede decirse, una película de superhéroes pura, dura y efectiva. A diferencia de las otras producciones de Marvel, el humor se hace más presente y con mucha más efectividad, y las escenas de acción son de lo mejorcito que pudo verse dentro de los canones Marvel. Además, y a diferencia de casi todas las demás películas de superhéroes, la oscuridad no tiene lugar. Si, claro que hay algo de drama y algo de "oh-no-soy-un-idiota", pero no verán almas sufridas ni atormentadas en esta cinta: solo tipos con superpoderes que saben como patear traseros de extraterrestres y dioses.
Las fallas de la película son escasas (un pequeño hueco argumental por acá, un diálogo científico excesivo por allá, un 3D inexistente que me obliga a recomendarles que vayan a verla en 2D para ahorrar dinero) y no afectan a lo que es la producción en si, que termina convirtiéndose en todo lo que los trailers habían prometido, y mucho más. Lo más destacable, por el contrario, es la inteligencia con la que supieron manejar a los personajes, dejando su momento de gloria a cada uno y haciendo que el protagónico y eje de la película no sea ninguno de ellos, sino S.H.I.E.L.D. Claro que, en cuanto a carisma, Tony Stark se roba la película, y el Bruce Banner de Ruffalo sorprende y agrada mucho más que todos los Hulk vistos hasta el momento, pero eso no quiere decir que sean los únicos importantes.
En definitiva, Los Vengadores es lo que es: una película de aventuras, de acción, con un visual excelente y un guión bien escrito que hace justicia a todo el universo Marvel conocido y que nos dan ganas de comernos baldes y baldes de pochoclo/palomitas de maíz. Ah, y como todas las películas de esta productora, tiene una escena post créditos, pero que solo los más fanáticos de los comics llegarán a entender del todo.