The Avengers era desde el vamos un proyecto realmente ambicioso. Aun cuando estuviera basada en un comic bien conocido y que Marvel no se ahorra las ganas de adaptarlo todo, tantos superhéroes juntos se transformaba en una apuesta fuerte por parte de un estudio que tenía que encontrar a alguien bien capaz de distribuir muy bien el protagonismo de cada uno. Era un cara o seca, un vivir o morir, que aun cuando estuviera excelentemente maquetado en su publicidad podía sucumbir de un soplido.
Pero el nombre de Joss Whedon no era para pasar inadvertido y aunque personalmente Thor no me haya parecido un film para echar porras, otros de sus títulos le daban un crédito más que fiable. Toda la popularidad que ganó en su momento Buffy, la cazavampiros, así como la buena acogida en general de Serenity se lo debíamos a él. El problema es cuando luego de su estreno pareciera que no hay un punto medio. Todo el mundo parece adorarla y hasta he llegado a leer por ahí que es una verdadera innovación del género. Pues bien, sin llegar a unos extremos tan taxativos debo reconocer que la cinta tiene sus aciertos.
El primero es que justamente aunque sobresalga un poco más el personaje de Iron Man interpretado por el carismático Robert Downey Jr., cada uno tiene su momento, su rol bien definido y por supuesto, su importancia dentro del conjunto. Aquí el reparto destila buena química algo imprescindible para este tipo de uniones protagónicas. Nadie pisa a nadie y aunque honestamente me vienen sobrando las nuevas adquisiciones representadas por Scarlett Johansson como Black Widow y Jeremy Renner como Hawkeye en este aspecto la película gana al no otorgarles más de lo que el público seguramente pedía. Vamos, que los films que cada héroe tuvo individualmente como antecedente de esta unión hacía que el público se centrara en ellos se haya o no conocido el comic de donde nacen. Mención realmente especial merece acá el verdoso Hulk en la piel de Mark Ruffalo, actor que siempre me ha caído apenas simpático pero que aquí logra dotar al atormentado Bruce Banner de un muy buen carácter que bien le valdría otra oportunidad en la pantalla grande. Whedon logra un balance tan bien medido que hasta aquellos que nos hemos perdido alguno de los films precedentes, en mi caso Capitan America, nos entran las ganas de completar la serie.
El segundo gran acierto de The Avengers es el humor. Sin llegar a ser una película de “ensamblaje” como The Expendables que no se toma en serio nunca, aquí tenemos continuos toques muy bien puestos de verdadera gracia. Si bien casi el sesenta por ciento de ellos pertenecen a la figura de Stark, todos en algún momento protagonizan alguna escena que nos arranca una risa espontánea, varias de esas risas vienen dadas por líneas de diálogo graciosas y muy atinadas que seguramente quedarán en el ideario de muchos. El film tiene mucho parloteo del que siempre se encuentra en una superproducción de este tipo, pero engalanados con mucha simpatía que levanta el ritmo narrativo de manera satisfactoria, porque si vamos al hecho, la acción real se desata sólidamente en la segunda hora de proyección, mientras que la primera puede que exaspere un poco al espectador ansioso. A partir de entonces me sorprendí de que la película me divirtiera tanto.
Y si un film de estos gana en humor, el aspecto visual le otorga también una buena cantidad de créditos. De hecho creo que nunca llegué a pensar que terminaría recomendando que de ser posible paguen unos pesos más por verla en 3D, tecnología que aquí está realmente muy bien empleada. Mucha acción, insisto en esto de que sobretodo en la segunda mitad del film, mucha dinámica y mucho humor parecería que es suficiente, sin embargo el film, en lo que en argumento se refiere, no deja de ser una verdadera excusa, correctamente planteada eso sí, para presentar a este conjunto de superhéroes luchando juntos. El malo consigue un arma mortal, el mundo corre peligro, los únicos que pueden salvarlo son los vengadores. Lo demás, explicaciones sobre protones, iones y muchas computadoras que sostienen la inmensa excusa para sobrellevar la acción. No es algo que importe demasiado cuando el film no pretende ser más de lo que ofrece, buen entretenimiento y muchas peleas épicas. Pero para los más exigentes, o para aquellos que no sepan todos los dimes y diretes de las historias originales, bien pueden padecer algunos momentos en que el guión se vuelve una meseta importante.
The Avengers hay que verla con ganas de divertirse, sin sumar grandes dosis de expectativas de lo que se diga por ahí, es un film correcto, bien armado, inteligentemente ofrecido, y sobre todo vendido, pero que no trasciende más allá de lo que el género de este tipo nos ha ofrecido hasta ahora. Super producción a gran escala que no ahorra nada, mucha espectacularidad visual que bien merece la pantalla grande. Una de las más esperadas del año ya ha pasado y me alegra que haya sido en forma satisfactoria.
No se muevan del asiento hasta que pasen los créditos!!
Dato curioso [sin riesgo de demasiado spoiler pero por las dudas atenerse sin no la vieron]
Además de la escena pos créditos que está en todas las versiones, en Estados Unidos hay una más- no sé porqué acá se la ahorraron- en donde aparecen todos los vengadores entrandole con ganas a las Shawarmas, esta es una captura de baja resolución donde puede verse la escena.