Y finalmente llegó. Tras el largo (pero original) derrotero que antecedió a su producción y lanzamiento y que incluyó cinco películas, el largometraje de uno de los grupos de superhéroes más importantes del universo Marvel fue estrenado provocando una explosión de testosterona nerd alrededor del globo, que se traduce en una taquilla despedazada y medios no especializados haciéndose eco de una cinta de este tenor.
Hulk, Iron Man, Thor, Capitán América, Hawkeye, Black Widow, Nick Fury, Loki y su ejército Chitauri transforman la pantalla en una enorme viñeta, o mejor aún, en una página doble repleta de detalles, héroes, explosiones y embebida en la más pura energía cinética. El resultado es un blockbuster monstruoso donde la acción y la comedia van de la mano y que se sostiene no solo por un guión previsible pero sumamente dinámico, una avalancha de bienvenidos FX, la interpretación de un Robert Downey Jr. que pareciera haber nacido para encarnar a Tony Stark y la excelente utilización de Hulk, personaje que los guionistas (al fin) comprendieron a la perfección, explotándolo desde todas sus aristas en un 100% y convirtiéndolo en uno de los puntos más elevados de la película.