Anexo de crítica: Haciendo hincapié en ciertos reparos, como por ejemplo las limitaciones en cuanto al público al que va dirigida la aventura (que no supera la franja de los 10 años), puede decirse que la adaptación sobre la novela clásica infantil de Jonathan Swift es una película hecha a la medida de Jack Black. Este eterno adolescente, exponente acérrimo de la cultura pop norteamericana, saca a relucir lo mejor de su histrionismo en este relato que no aprovecha las ventajas del 3D como podía esperarse. El director Rob Letterman se limita simplemente a lo que el actor pueda ofrecer en cámara cuando se le da rienda suelta (lamentablemente en el doblaje español se pierde mucha de su gracia) y los guionistas Joe Stillman y Nicholas Stoller apenas sacan algunos chistes –más allá de todas las referencias cinéfilas- de la galera porque saben que delante tienen la presencia de un mago: Jack Black...