Emma Thompson y Pierce Brosnan son un ex-matrimonio que suma más de un siglo entre las edades de ambos. Ingleses, profesionales y de buen pasar económico, saben provocarse verbalmente con gracia y amabilidad ingeniosa no exenta de maldad. La hija de ambos parte para la universidad de Edimburgo. El nido vacío y partido. Y está claro, por otro lado, que el pasado de esta pareja no está totalmente atrás. De repente -por una pirueta del guion que plantea de entrada que aquí nada será serio o realista- están en Francia, en el continente, para recuperar su futuro: claro, se indica que el futuro económico-financiero. Pero el planteo general, es fácil verlo, es el de la comedia de rematrimonio, como esa que hizo otro inglés, Alfred Hitchcock, en Mr. & Mrs. Smith en 1941 (no confundir con el bodrio homónimo con Brad Pitt y Angelina Jolie).
Love Punch juega a la comedia de rematrimonio con conciencia de sus límites, y juega con una trama que incluye un plan justiciero, el robo de un diamante, la suplantación de identidades, un viaje a París, un viaje a la Costa Azul, mucho humor inglés, citas a otra película de Hitchcock como Para atrapar a un ladrón (también en la Costa Azul, protagonizada por Cary Grant y Grace Kelly), más humor inglés, buenas dosis de absurdo, unos cuantos guiños a la edad de los protagonistas, un verosímil disparatado en la mitad o más de estas y otras situaciones y la prestancia y la habilidad para jugar estos y otros juegos por parte del dúo Thompson-Brosnan y de su pareja de amigos interpretados por Celie Imrie y Timothy Spall, reciente ganador como mejor actor en Cannes por Mr. Turner de Mike Leigh. Entre los cuatro hay una fluidez actoral asombrosa, y la que domina es Thompson en un estado de fotogenia permanente y con mucha velocidad para hablar, moverse y resolver con energía todo lo que se le presente, tanto es así que deja a Brosnan -que sabe de acción- casi como su ayudante de lujo. Spall, con un personaje que es el comic relief dentro de una película que es en su totalidad un comic relief, parece haber disfrutado mucho con su personaje, y lo transmite.
El director -claro, inglés- Joel Hopkins ya había dirigido a Thompson en Tu última oportunidad, mezcla de drama con comedia romántica liderada por Dustin Hoffman. En Love Punch apuesta un pleno a la comedia y al amor y las pasiones luego del medio siglo de vida, afortunadamente sin resguardos lacrimógenos de ninguna clase. Lo hace, eso sí, mediante una despreocupada máquina de convencionalismos. En ocasiones esa máquina -sobre todo si se tienen actores de carisma excepcional, buenos paisajes, ritmo y atención para los detalles- puede ponerse a funcionar con claridad de propósitos y obtener algunos brillos por encima de la medianía, para así volver atractivo el paquete y su presentación, con moño grande y colores vistosos. Y con Emma Thompson en uno -otro- de sus mejores momentos.