Pasatiempo sin mayores exigencias
Este es un pasatiempo dispuesto para amable satisfacción de divorciados a la expectativa de reincidir, jubilados que anhelan vengarse de quienes se quedaron con sus aportes, padres de hijos que ya crecieron y les dejaron la casa vacía, tipos maduros y señoras maduritas con ansias y capacidad de aventura, y espectadores gustosos de pasear por bonitos suburbios de Londres, orillas del Sena y otros lugares de Paris, y riberas de la Costa Azul, con parada en el Hotel Carlton de Cannes y el club náutico de la Croisette.
La excusa argumental es medio agarrada de los pelos, pero igual sirve: nuestro protagonista, de 60 años pero todavía medio fachero, pensaba retirarse a gozar de la pensión, el golf y otros placeres tranquilos, pero resulta víctima de una quiebra fraudulenta junto al resto de los empleados de la empresa en que trabaja. Detrás de esto hay un joven tiburón de las finanzas (gestor de fondos, le dicen), que, cuando los damnificados le reclaman, contesta muy suelto de cuerpo: "Arruino un montón de compañías, ¿cuál de ellas?".
Contra ese sujeto inimputable se lanzarán el sesentón fachero y su ex esposa también damnificada. Ellos están dispuestos a perseguir al enemigo por las calles, y hasta invadirle su fastuosa boda y robarle del cuello de la novia el lujoso brillante que el tipo acaba de adquirir en un remate con la plata malhabida. Y como esto es una comedia, y estos héroes de la mediana edad están a cargo de Pierce Brosnan (James Bond R.E.) y Emma Thompson, qué duda cabe, todo saldrá bien para los buenos.
La excesiva gesticulación en las escenas iniciales, la música de fondo también excesiva y pasteurizada, no son tan buenas. Lo mismo, la trama facilonga, que abusa de las casualidades. Pero algunos diálogos cizañeros entre los ex, los lugares simpáticos, el tono general, la incorporación de Timothy Spall y Célia Imrie como vecinos cómplices, Louise Bourgoin como una jovencita elegante de buen corazón y malos amores, y otros aderezos, permiten que la gente pase un rato agradable sin mayores exigencias.
Autor, Joel Hopkins, de quien suele verse en cable una linda historia sentimental con Dustin Hoffman y Emma Thompson (no importa que ella sea más alta), llamada "Last Chance Harvey". "Tu última oportunidad", según dicen los programas.