Punch en la cara
Hay veces que no solo basta con rodearse de estrellas y darle cierto aire cosmopolita a las imágenes para que una película funcione. Con "Love Punch"(USA,Gran Bretaña,Francia,2013) hay algo de esto, algo que no termina de cerrar a pesar de contar con, a mi entender, una de las mejores comediantes de la historia del cine: Emma Thompson.
En esta oportunidad Thompson interpreta a Kate, una mujer divorciada hace años, que ve como todo su mundo se derrumba una vez más, al padecer el síndrome del nido vacío cuando su hija se retira del hogar materno a completar su educación universitaria.
Pero para más INRI, su ex marido (interpretado por Pierce Brosnan) le anuncia que todos los ahorros (incluyendo los destinados a la educación de la hija) se esfumaron cuando un inescrupuloso grupo empresario lo dejó en la calle a días de jubilarse.
Allí el director Joel Hopkins podría haber armado una historia de búsqueda, en la que la restitución del bien perdido podría bien haber acentuado el posterior acercamiento de la pareja, pero no, toda la artillería la enfocó hacia una aventura en la que el humor y el "espionaje" intentarán imponerse frente a la desesperación del planteo inicial.
El principal problema de "Love Punch" no es que esté mal filmada, dirigida o actuada, su falencia radica en querer hacer más gracioso algo que ya no divierte, y que excepto por el logrado esfuerzo de Thompson (que sabe que tienen que hacer lo imposible para sacar a flote el barco), todo se hace cuesta abajo y tedio.
Hopkins falla cuando, en una película que termina siendo una aventura de espías, en la que el otrora matrimonio, ayudado por unos viejos amigos, intentan recuperar su dinero, a través del impedimento de una boda fastuosa en la que un diamante parece ser la salvación de todo, menos, claro está, de rescatar al filme del olvido.
PUNTAJE:5/10