Loving Vincent: Pinceladas de una muerte misteriosa.
Dorota Kobiela (The Flying Machine) dirige esta cinta de animación que, además de ser visualmente increíble, cuenta una historia interesante y atrapante sobre la muerte del famoso pintor holandés Vincent Van Gogh.
Loving Vincent es el primer largometraje compuesto por pinturas animadas. El film fue realizado por 115 animadores y busca homenajear a Van Gogh, logrando que cada fotograma sea un cuadro pintado sobre óleo, como si el propio Vincent lo hubiera llevado a cabo. Sus 80 minutos de duración están compuestos por 65.000 fotogramas que han sido pintados, uno a uno, a lo largo de varios años, todos inspirándose en el estilo y arte magistral de Van Gogh.
Ahora bien, uno pensaría que semejante logro técnico/artístico se podría haber quedado solamente en ese hecho anecdótico, sin embargo, la película nos otorga un relato biográfico realmente atractivo. La pieza que se puede ver como una pintura postimpresionista animada de casi hora y media nos cuenta la historia de Armand Roulin (Douglas Booth), hijo de Joseph Roulin (Chris O’Dowd), el cartero habitual de Vincent. Armand tiene el encargo de su padre de entregar una carta que el pintor le envió a su hermano Theo, previo a su fallecimiento. Así es como el muchacho de mala gana iniciará una tarea que terminará sumiéndolo en el lugar donde Van Gogh pasó sus últimos días, antes de suicidarse.
El joven se verá atraído cada vez más por las circunstancias sospechosas en las que muere el artista, a medida que transcurre el metraje. Así es como casi sin querer, empezará una investigación pseudo policial antes de terminar de completar su verdadera tarea. Armand irá entrevistando a las personas que lo rodearon previo a su muerte, y a través de varios flashbacks en blanco y negro el espectador irá descubriendo dicha información.
Así iremos conociendo a personajes como el médico Paul Gachet (Jerome Flynn), un aspirante a pintor que atendía a Vincent y que estaba celoso del excesivo talento de su paciente, o a su hija (Saoirse Ronan) que genera un vínculo afectivo con Van Gogh.
Como verán el argumento parece salido de una novela policial, y es ese detalle (junto con la proeza de la técnica de animación obviamente) que terminan de redondear un film atractivo y llamativo.
La película construye una espectacular ficción a partir de su espíritu de crónica biográfica sobre sus últimos días. Recordemos que gran parte de los detalles de sus últimos días que podemos ver en la cinta están basados en la correspondencia que mantenían Vincent y Theo.
Con buenas interpretaciones del elenco, una lograda banda sonora que transmite ese sentimiento de melancolía y soledad que atravesaban la vida de Vincent, ese magnífica y excelsa belleza pictórica que representa la animación del film, y un logrado guion, Loving Vincent se presenta como uno de los relatos animados más importantes de este año.