Luego de la sorpresa que fue "Buried" ("Enterrado"), cinta minimalista muy sencilla y efectiva, Rodrigo Cortés eleva la apuesta y plantea aquí una historia mucho más ambiciosa, con sucesivos golpes de efecto y con un guión que por momentos se preocupa más por sorprender al espectador que por relatar una buena narración de suspenso.