Con dirección, producción y guión de Ernesto Aguilar, es una película que pretende mezclar el terror con el grotesco y al menos publicitariamente ponerse a tono con los tiempos que corren y no lo logra. Emparentada con “La piel que habito” con una cirujana alterada que pretende con una operación de cambio de sexo a un machista seductor y fetichista, vengar a todas las mujeres que abandonó o desechó. El tema que en ese cambio de personalidad brutal, el hombre devenido en mujer, ejerce todos los consabidos y torpes rasgos de lo que un machista puede considerar como femenino, la pintura, los tacos, la preocupación por las plantitas. Todo lo que se plantea en esta comedia de humor negro es burdo, hecho con un presupuesto mínimo, con un argumento elemental y con los lugares comunes de género ya ampliamente superados en el imaginario popular. Con Romina Richi y Emiliano Díaz que hacen lo que pueden.