Flynn no es Fincher, pero logra interesar
"Perdida" era una novela intrincadísima convertida en un film también bastante complejo a nivel narrativo, pero con esa complejidad narrada a través de imágenes por un director experto como David Fincher que pudo convertir su adaptación del best seller de Gillian Flynn no sólo en un tanque que recaudó unos 400 millones de dólares, sino también en una muy buena película.
Con este antecedente, no debería llamar la atención el interés por adaptar otros libros de Flynn, y es éste el caso de "Lugares oscuros", una novela anterior a "Perdida", cuya trama luce demasiado intrincada para la capacidad narrativa de un buen director como Gilles Paquet-Brenner, que tal vez no tenga el mismo nivel como guionista al encargarse personalmente de transformar el libro en película.
A pesar de las idas y vueltas narrativas en distintas épocas, la protagonista casi absoluta es Charlize Theron, que cuando era niña sobrevivió a la terrible masacre de casi toda su familia, trauma del que no pudo recuperarse del todo a lo largo de su vida adulta. Habiéndose culpado a uno de sus hermanos cuando era niña en un testimonio no del todo convincente, la masacre ocurrida en Kanzas quedó siempre como un misterio no resuelto del todo. Detalle que interesa especialmente a una especie de club de detectives amateurs interesados en revisar crímenes famosos con aristas misteriosas.
Sin otro interés que el económico, ya que el club promete ayudarla con deudas atrasadas, la protagonista de golpe se encuentra volviendo al episodio traumático que, por supuesto, tantas décadas después incluirá más traumas y situaciones horribles.
Aun sin haber leído el libro, esta película todo el tiempo da la sensación de dejar cosas afuera. Cosas que convertirían en algo más interesante un producto correcto pero que no escapa demasiado a las reglas y lugares comunes del género.
La estética dark que hace honor al título y las buenas actuaciones ayudan a que la película se vea con atención, aunque también en este sentido queda claro que hay intérpretes desaprovechados, especialmente la sospechosa adolescente con deslices satanistas encarnada por Chloe Grace Moretz. Por otro lado, las cualidades del film merecen apreciarse en cine, ya que lo intrincado de la trama no es de lo más apta para descifrarse haciendo zapping.