Dos o tres temas no tan recurrentes, todos son los que enfrenta al espectador con el texto fílmico, traslación al lenguaje audiovisual de una obra literaria de la escritora yankee Gillian Flynn, de quien ya se había realizado, no hace mucho tiempo, una con gran éxito.
La novela en cuestión era “Gone girl”, filme estrenado como “Perdida” (2014) dirigida en esa ocasión por David Fincher, ahora le toco el turno al director francés Gilles Paquet-Brenner, quien no tiene seguidores como el director de “Pecados Capitales” (1995) y “Red Social” (2010), entre otras.
Al mismo tiempo que, y era de esperarse por el éxito de “Perdida”, que otras compañías se disputen los derechos cobre textos de Gillian. Ha cambiado la productora, el director, y otras muchas variables de lo inherente a la producción cinematográfica, y esto no es gratuito.
Retornando a ésta película específicamente, los temas se empiezan a desplegar a partir del titulo mismo, “Lugares oscuros”, puede ser los espacios físicos donde ocurren los hechos significativos del relato, también, y esto queda muy claro, es la memoria, los recuerdos encubridores, pero otro lugar oscuro es la manipulación de la mente de una niña de casi 8 años en situación traumática por parte de adultos, supuestamente responsables.
Este último punto esta muy bien trabajado en el filme “La Caza” (2012), de Thomas Vinterberg, en el filme que nos convoca sólo es anunciado, nada profundizado, poco y mal desarrollado.
Protagonizada por Charlize Theron, la nueva película de Gilles Paquet-Brenner (La llave de Sarah) cuenta la historia de Libby Day, quien después de 25 años y enfrentando una crisis económica, emocional, personal, convengamos que nunca trabajo, pues vivió de las dadivas de la gente que se apiado de ella.
Debe regresar a Kansas City donde, con tan sólo casi ocho años de edad, termino siendo la única sobreviviente de una masacre perpetrada, aparentemente, por su hermano mayor, que terminó con la vida de su madre Patty Day (Christina Hendricks) y sus hermanas, siendo ella la única testigo, y por cuyo testimonio su hermano Ben (Corey Stoll), quien permanece en prisión desde esa misma época.
Invitada por un misterioso grupo de frekeas, obsesionados con investigar crímenes de asesinos seriales o asesinatos famosos del pasado, autodenominados el club del asesino (Kill Club) liderado por Lyle (Nicholas Hoult).
Nuestra heroína acepta cooperar incentivada por la remuneración monetaria que por un verdadero interés en esclarecerles el crimen, que sin embargo acecha en su memoria con flashes no del todo claros.
Lo mejor del filme lo podemos encontrar en las actuaciones, sumándole a los nombrados a la cada vez más requerida Chloe Grace Moretz, en el personaje Diondra, la novia de Ben cuando eran jóvenes.
El problema de “Lugares oscuros” reside en la confianza que su director tiene del material original y de sus antecedentes, por lo que los instantes absurdos por los que atraviesa el relato no son trabajados como un campo prolífico en el que Fincher supo esparcir destellos de humor, muy negro por momentos, en este caso esos períodos son los que hacen agua y terminan de hundir la cinta, casi hasta la decepción.
Podría endilgarse en este caso que tanto la dirección de arte, el diseño de sonido, como la adaptación se sienten ociosas, inútiles, que no otorgan ningún plus al producto ni favorecen el crecimiento narrativo, ni en la creación de climas, si, por supuesto, cuando la fotografía es requerida por el relato es bastante oscura, se ve, el espacio físico exterior – noche, está muy bien fotografiado, pero esta oscuro.
Todo esto hace suponer que al mismo tiempo que exhibe un anquilosado talento en su director, coloca en posición dudosa, el hipérbole construido de la exagerada fama de la escritora.