Es curioso como la industria del cine intenta aprovechar al máximo un fenómeno literario reciente para poder acercar al público masivo historias que de otra manera no llegarían a tantas personas. Esto es en esencia el negocio del cine.
Pero cuando esto sucede de manera muy rápida, hay que tener cuidado, porque quizás en el apuro se terminan construyendo adaptaciones sin sentido que terminan no solo resintiendo a el autor/a del libro original sino también a los involucrados en la puesta cinematográfica.
Esto pasa con “Lugares Oscuros” (2015) otra historia de Gillian Flynn que llega a los cines luego del arrollador suceso de “Perdida”, pero que no termina por encontrar el tono exacto para relatar la épica historia de Libby (Charlize Theron), una huérfana desde pequeña, en la que los trágicos hechos del pasado le determinaron un presente complicado y sin rumbo.
Pero cuando debe tomar una decisión para poder re direccionar su vida, de golpe esa amenaza latente de su historia vuelve sin pedirle permiso, por lo que deberá tratar de investigar cuàles fueron las causas del asesinato de su madre y hermana, como así también encontrar al verdadero culpable del hecho.
Con una estructura que a través de flashbacks reconstruye su historia, el realizador Gilles Paquet-Brenner intenta construir suspenso a partir de indicios relacionados a cómo alguno de los hechos pasados se relaciona directamente con el presente, pero también se esboza un fresco de la América profunda, aquella que en el solapar sucesos y mantener rutinas innecesarias doblega a los más débiles.
La misma intención que en “Perdida” de develar de a poco la narración había, acá también está vigente, pero con un nivel de confusión y desorden en el que todos los actores que participan de la historia terminan desluciéndose y resintiendo el producto.
La ascendente Chloë Grace Moretz como la joven novia de su hermano, un ser desbordado y oscuro que tendrá injerencia clave en los hechos, es sólo el ejemplo de cómo una producción errada termina afectando a todos.
Theron se termina esforzando por demás para darle credibilidad y verosimilitud, caso contrario el de Christina Hendrick, quien desde la ingenuidad y naturalidad de su interpretación puede ofrecer un registro completamente diferente al que venía ofreciendo en Mad Men.
En “Lugares Oscuros” las subtramas se complican, la atención que exige por parte del espectador es total, pero en el fondo no hay un interés logrado por seguir conociendo detalles de Libby, su hermano y determinar qué pasó con la familia y cómo esta mujer podrá seguir adelante teniendo toda la información que su empeño le termina por brindar.