Animación 3D alemana, en coproducción con otros países europeos. Ese formato se ha vuelto bastante estable, y eso no es un mérito per se: profesionalismo anémico en la estética (movimientos, colorización, música), narrativa con escaso interés (aquí, un chico de 12 años con padre ufólogo distraído, unos malos imposibles y, claro, los extraterrestres), algunas situaciones humorísticas aceptables (los aliens pueden convertirse en cualquier otro ser muy velozmente) y un mix de referencias visibles (Monsters, Inc., Men in Black). Por lo demás, decir que esto es una animación alemana no implica localización cultural: esto es cine-producto de ningún lugar.