Chipá de la muerte
Desde Paraguay llega este filme sobre traficantes y malhechores de poca monta. Básicamente trata sobre cómo los subordinados de un capo mafioso apodado "el brasiguayo" deciden abrirse y hacer su propio negocio, pero mejicaneando al jefe. Drogas, falsificaciones, tráfico de órganos y prostitución son los ingredientes de un relato presentado con prolijidad, sin artilugios ni excesos, y mucho menos en busca de lo "bizarro", de lo que tanto se abusa en producciones locales.
Narrado en tono de comedia negra, las actuaciones ofrecen el matiz de lo marginal sin caer en lo burdo, aunque tampoco son descollantes. Se destaca Javier Enciso, como "Gatillo", quien sin ser protagonista excluyente consigue que el filme gire sobre él.
La película expone un destacable trabajo de fotografía, en tanto el director logra con pocos, pero efectivos, efectos visuales darle mayor relevancia a un relato que no se basa en un gran guión. Sin ser original en su argumento, vale por lo entretenido de la propuesta.