Adam Sandler volvió a trabajar en esta producción con Drew Barrymore y el director Frank Coraci, con quienes había hecho años atrás El cantante de bodas (1998) y Como si fuera la primera vez (2004).
Luna de miel en familia no logró tener la misma repercusión que aquellas películas en la taquilla de Estados Unidos pero resultó uno de los trabajos más decentes que brindó Sandler en el último tiempo. Esta es una comedia romántica muy entretenida que funciona por la excelente química que tienen los dos protagonistas, quienes en este caso estuvieron rodeados de un muy buen grupo de chicos que interpretan a sus hijos en la trama. A diferencia del film de Seth MacFarlane, esta propuesta tiene más momentos graciosos que logran hacerte reír con escenas que están muy bien ejecutadas por el director Coraci. Si bien la historia es bastante previsible y no hay grandes sorpresas en el argumento, la película logra ser entretenida por el trabajo del reparto, donde se armó un buen ensamble de actores.
En esta producción sobresalen especialmente las locaciones en Sudáfrica, cuya belleza el director supo capturar con la cámara y la fabulosa interpretación de Terry Crews en un bizarro rol secundario. Deberían estrenarse más películas con Crews, quien se desenvuelve muy bien en la comedia y también lo demostró en series de televisión como Arrested development y Are we there yet? Acá está muy gracioso con un personaje completamente absurdo.
De las tres comedias que brindaron la dupla Sandler-Barrymore, Luna de miel en familia es probable que resulte la menos recordada con el paso del tiempo. Sin embargo, eso no significa que no sea una buena propuesta dentro de este género que ofrece un momento ameno y entretenido en el cine.