EL OCASO DE LOS VAMPIROS
Cuando uno escucha que hay vampiros y hombros lobo en una misma película inmediatamente se nos viene a la mente la gótica y sangrienta saga UNDERWORLD, o tal vez la no tan exitosa aventura con Hugh Jackman VAN HELSING (2004). Pero como estamos en tiempos en que los vampiros brillan a la luz del sol, los hombres lobo “explotan” para transformarse (haya luna llena o no), las adolescentes gritan como desquiciadas y la masa de espectadores cree que una mala película es una obra maestra, seguramente estamos hablando de CREPÚSCULO, la sensación cinematográfica del momento basada en los libros de escritora Stephenie Meyer, quien supo cómo hacerse millonaria con solo hacer que un seductor chupasangre se enamore de una humana.
Pero esa historia de amor, que comenzó hace varios meses cuando se estrenó TWILIGHT (2008), pasa ahora por momentos difíciles. Luego de un incidente en la casa de los Cullen que pone en peligro la vida de Bella (Kristen Stewart), Edward (Robert Pattison) decide marcharse para poder protegerla. Emocionalmente destrozada, ella encontrará consuelo en su amistad con Jacob (Taylor Lautner). Pero el regreso de dos vengativos vampiros, la aparición de una manada de hombre lobo de la que Jacob forma parte, las visiones que tiene de Edward y su deseo de volver a verlo harán que arriesgue su vida. Creyendo que Bella ha muerto, Edward decidirá sacrificarse. Al enterarse de esto, ella viajará hasta Italia para salvarlo de los Volturi (Michael Sheen, Dakota Fanning, entre otros), un antiguo clan de despiadados vampiros.
Primero que nada hay que aclarar que LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA (2009) de Chris Weitz es más compleja, madura y superior a su pésima predecesora en muchos aspectos, pero aún así comete varios errores que la convierten en una película que no termina de convencer ni de entretener. Un mal paso (o un traspaso casi nulo) de las páginas del libro a las del guión hacen que, al igual que en CREPÚSCULO (2008), esta secuela no se siente como una película per se. Su estructura narrativa, mas tirando a la de un libro, posee varios momentos en los que la trama decae y aburre con situaciones y personajes innecesarios que no contribuyen ni llevan a ningún lado. Puede ser que lo hagan en el futuro pero, por ahora, estoy aquí para criticar esta entrega. Entre los errores más importantes del film puedo mencionar como Edward, tal vez el personaje más interesante de la primera parte, es ignorado por completo; los hombres lobo le dan frescura a la saga, pero su aporte a la historia es casi nulo; la vampiresa Victoria, que al final de TWILIGHT (2008) daba entender que su venganza tendría un papel importante en la segunda parte, apenas participa; los Volturi, los “villanos” del film, aparecen recién al final, al igual que los de la primera parte; y, como si fuera poco, el protagonismo cae una vez más en el insoportable personaje de Bella.
En lo que THE TWILIGHT SAGA: NEW MOON falla gravemente es en su guión. Más allá de que los diálogos puedan ser demasiado cursis en algunos momentos, el film no tiene una historia lo suficientemente solida como para crear una estructura e interesar y sostenerse durante sus dos horas y media sin cansar al espectador. De hecho, casi no hay historia. LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA (2009) es solo una sucesión de acontecimientos que van dando paso nuevos personajes y diálogos sin un rumbo aparente. Recién cuando se empieza a notar que el film se dirige en una dirección es cerca de la escena en Volterra, ya casi al final de la película.
Por suerte un evidente progreso en la calidad actoral de los protagonistas ayudan a que la película no sea un completo desastre. Robert Pattison se defiende muy bien interpretando una vez más al perfecto Edward, mientras que Kristen Stewart evolucionó bastante y ya no tiene que refugiarse en los insufribles tics que tenía CREPÚSCULO (2008) para esconder que en realidad no sabe actuar. Del resto, Taylor Lautner, Billy Burke (Charlie Swan, el padre de Bella), Edi Gathegi (Laurent), Peter Facinelli (Carlisle) y Ashley Greene (Alice Cullen) logran buenas interpretaciones y hacen que nos olvidemos por momentos el gigantesco error que cometieron los realizadores de no darle mas protagonismo a los personajes interpretados por actores de la talla de Michael Sheen (UNDERWORLD, FROST/NIXON), con un papel ridículo y mal actuado, y Dakota Fanning (GUERRA DE LOS MUNDOS, MAN ON FIRE), con nada más que un par de diálogos.
A pesar de todo LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA acierta con una bella fotografía y un manejo de colores más cálido, atrayente y bien tratado, lejos de la frialdad de la primera película. Los efectos especiales han mejorado pero los gigantescos lobos no terminan de convencer. Por lo menos, el aporte del nuevo director Chris Weitz, un verdadero amante y abusador de la cámara lenta, le otorga un poco más de acción a la saga, tal vez no la quisiéramos, pero la suficiente como para disfrutar de algunas peleas mejor coreografiadas, persecuciones por los bosques bien filmadas y un poco más de violencia, como la breve genial escena en que Aro (Michael Sheen) le arranca la cabeza a otro vampiro. Todo esto, junto a la tensa relación entre Edward y Jacob, compone lo mejor del film. Esa relación culmina con una interesante e intensa escena final que empieza a acomodar las piezas para la tercera parte. Sin embargo, como esto es LA SAGA CREPÚSCULO y está hecho exclusivamente para las adolescentes, los vampiros no son vampiros y los hombres lobo no son hombres lobo. Atrás quedaron los tiempos de Bella Lugosi, su Drácula y el peludo Lon Chaney Jr. Aquí solo hay jóvenes enfrentados por el amor de una chica. Hay mucho drama y romance y no una violenta pelea final. No hay sangre, garras, trajes de cuero ni colmillos. (SPOILERS) Solo está Bella evitando que se maten entre sí, Jacob huyendo y Edward proponiéndole inmortalidad a cambio de casamiento en un final que, al igual que su predecesora, no te deja desando más (FIN DE SPOILERS) Y bueh. LA SAGA CREPÚSCULO: LUNA NUEVA está muy lejos de ser una película de vampiros, lejos de ser una película de hombres lobo y más lejos aún de ser una gran película. Lo peor de todo es que THE TWILIGHT SAGA: ECLIPSE (30 de Junio de 2010) está cada vez más cerca.