Lunáticos

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Si bien dice el proverbio chino que “el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, no se imaginan lo que puede suceder si un presidente estadounidense postea algo desde el inodoro. Eso es lo que plantea, de movida, Lunáticos, la comedia negra de Martín Salinas con un elenco que integran Daniel Hendler, Luis Ziembrowski, Rafael Spregelburd y Verónica Llinás, entre muchos.

La cosa es así. El presidente de los Estados Unidos, curiosamente llamado Adolf Hinder, se encerró en el baño de la oficina Oval de la Casa Blanca y empezó a mandar mensajes, desde el inodoro, con los pantalones bajos, por sus redes sociales, anunciando que va a acabar con el comercio con China.

El descalabro financiero es mayúsculo, no solo en su país, sino en todo el mundo. Sí, la Argentina está incluida.

También México y el Uruguay.

Acá, y en todos lados
Es que Lunáticos transcurre en Buenos Aires, Montevideo, México y Washington, pero mayoritariamente en los tres lugares mencionados en primer término, con historias paralelas.

Los medios de comunicación empiezan a sugerir que el presidente -con ciertos aires a Donald Trump- estaría sobremedicado, pero las jornadas pasan, nadie aclara nada y el terremoto financiero sigue.

Y así como en Buenos Aires, en un canal de televisión que transmite en vivo ingresa al piso un lunático (o no) con un chaleco con explosivos, hay otro lunático (o no) que en Montevideo está por liberarse de su camisa de fuerza, mientras aguardan la llegada de un psicólogo (Marcelo Subiotto) y en un departamento en México hay unos mafiosos que ponen en riesgo la vida de tres, tal vez, lunáticos y/o inocentes.

El tono es de comedia disparatada, y que Salinas llamara a figuras no siempre acostumbradas a ese extremo del género, a excepción de Llinás, ha sido una apuesta fuerte y que le salió con resultado positivo.