Otra de las nominadas al Oscar. Y esta es la que viene con el mote de “película racial” y lamentablemente creo que debo suscribir a esa premisa.
Ojo que esto no quiere decir que el film sea malo porque no lo es y más abajó lo analizaré pero ahora me voy a referir sobre la cuestión expuesta.
Desde hace mucho tiempo los premios de la Academia traen controversia por sus nominaciones (o mejor dicho falta de ellas) a los realizadores e intérpretes afroamericanos. Y sin ir más lejos el año pasado hubo una campaña muy fuerte bajo el lema #OscarsSoWhite (Oscars demasiado blancos), y parecería que Luz de luna es la respuesta a esa campaña.
Su nominación a mejor película encuentra cabida de esa manera porque de otra forma no se entiende.
Asimismo, también he leído y escuchado que si esta misma película hubiera sido protagonizada por actores blancos hubiese quedado en el olvido y estoy en desacuerdo porque tal película no existiría. A la gente blanca en Estados Unidos no le sucede lo que se relata en esta cinta.
Aclarado esto, destaco que el gran fuerte que posee el film son sus actores, que en su mayoría son ignotos y sin embargo los dos que están nominados (en la categoría reparto) son los que ya tienen una carrera: Mahershala Ali y Namomi Harris. El elenco principal, que son los que más se lucen, no recibieron nada.
Este estreno está dirigido por Barry Jenkins (también nominado) y presenta un correcto trabajo desde lo formal pero nada que llame la atención como para destacar más allá del manejo excelente de actores y ejecución del guión.
Luz de luna tiene unos cuantos golpes bajos, busca el efecto y lo consigue a tal punto que el espectador llega a preguntarse: “¿tantas cosas le pueden pasar a una persona?”, por lo tanto no se pasa un buen momento en el cine.
En definitiva, nos encontramos ante una candidata al Oscar (merecedora o no de tal categoría) que debe ser vista como deber cinéfilo y que sin dudas conmoverá por sus enormes actuaciones.