Otra de Machete. Bueno, en realidad Machete, el personaje creado por el tándem DannyTrejo (actor) – Robert Rodríguez (director) es una especie de juguete, de fetiche, de recuerdo de los seriales violentos de la clase B, cuando uno decía “veo la de Trinity” o “veo la de Sabata”. Aquí el simpático antipático que hace Trejo, una especie de cowboy sanguinario en un mundo siempre polvoso, se enfrenta a una banda de traficantes de armas de la peor calaña, comandados por ese gran sacerdote del humor negro llamado Mel Gibson. Se trata de un film absurdo, humorístico y desaforado, un recuerdo de todo aquello que puede hacerse en el cine sin necesidad de pedir disculpas. Es decir, de la búsqueda, por el lado de la crueldad fantoche y de la sangre demasiado colorida, de la libertad y la diversión, de la catarsis vertiginosa y -más allá de las citas puntuales a otros films, quizás lo menos lucido de esta clase de películas- una gran capacidad de invención. En el fondo, una película infantil (de las buenas) para público adulto.