Últimamente se puede leer de quien escribe la palabra “fiesta” en más de una oportunidad (afortunadamente), y en este caso no queda otra más que repetirla porque no hay otro adjetivo que le haga justicia a Machete Kills.
La nueva producción de Robert Rodríguez sigue con la misma impronta delirante y “fumada” acerca de este anti-héroe mexicano en donde lo absurdo es regla y lo lógico imposible.
Un film clase B (o clase Z) que hace todo lo posible por no encasillarse bajo esos parámetros cinematográficos y que divide las aguas entre los que llorarán de risa y pedirán a gritos la tercera parte (de la cual ya se puede disfrutar un falso trailer) y los que la odien de manera visceral, algunos por no entenderla y no captar la sintonía, y otros porque simplemente nos les gusta ese tipo de humor.
Danny Trejo retorna en toda su gloria para encarnar una vez más al rey de los “one-liners” manteniendo siempre la misma cara no importa que es lo que suceda en la pantalla. Y al igual que en la primera parte, aquí se ve rodeado de estrellas consagradísimas o en ascenso que claramente aceptaron los papeles para romper el molde un poco y divertirse dado a que se sabe que les pagaron lo mínimo.
Comenzando por un genial Mel Gibson en un rol que le devuelve el alma a su carrera, hasta llegar a un enorme Charlie Sheen, o mejor dicho Carlos Estevez, como el presidente de Estados Unidos lo más políticamente incorrecto posible al igual que el actor en la vida real.
Luego tenemos a la bomba sexy Amber Heard, lo más estereotipada posible pero de una manera tan bien y tan esperada que causa todo tipo de placeres.
¿Cameos y participaciones especiales? Claro y todos excelentes: Jessica Alba, Lady Gaga, Antonio Banderas, Cuba Gooding Jr., Sofía Vergara, Michelle Rodríguez, Vanessa Hudgens, entre otros.
Con la premisa simplísima de evitar que el mundo entre en guerra como consecuencia de una bomba que está por estallar y que Machete tiene que lograr desactivarla antes, Rodríguez da rienda suelta a toda su locura bajo una estética al estilo “berreta” del más pobre cine de la década del ’70 y en esta oportunidad con el gran agregado de las referencias nerds que tanto están de moda últimamente.
Primando Star Wars y otros hitos de la “pop culture” la saga se eleva un escalón más arriba y abre el abanico de forma grandilocuente para lo que vendrá (si es que sucede).
Un dato no menor para destacar es que la película no rindió en Estados Unidos y se convirtió en el peor fracaso en la filmografía del director. Pero bueno, eso nunca (o casi nunca) tendría que ser el indicador de que si un film es bueno o malo.
Machete Kills es una invitación a una fiesta lisérgica que garantiza lágrimas como producto de risa incontenible para aquellos que amen y sientan el espíritu de este personaje.