Como Rambo, pero al estilo Rodriguez
Mucha sangre, acción, mutilaciones y tiros sobreabundan en Machete, el film que dirige el particularísimo Robert Rodríguez (La Balada del Pistolero, El Mariachi, Spy Kids, entre otras) y que protagoniza Danny Trejo, quien fuera actor de reparto en otros trabajos del mismo director. Machete cuenta la historia de un mexicano indocumentado –ex federal incorruptible- que trabaja en Estados Unidos y que, sin querer, se verá envuelto en una entramada conspiración.
La ambición por el poder, el dominio territorial del negocio del narcotráfico y la problemática de la inmigración ilegal en las fronteras de Estados Unidos se mezclan en este film para dar lugar a una historia llena de acción y violencia. Machete, el héroe del cuento, es un corpulento y feísimo latinoamericano con cara de malo, al que contratan para hacer un trabajo sucio en contra de su propia voluntad. El film plantea situaciones irónicas que hacen referencia a una realidad imposible de eludir; por otro lado, las exageraciones rozan el absurdo de tal manera que despiertan la risa inevitablemente. La banda sonora se luce acompañando e incrementando en un in crescendo apropiado los momentos dramáticos e imprimiendo una huella particular para cada personaje. Música y ritmo visual se mezclan y aportan un plus a cada escena.
Las interpretaciones son tan buenas en algunos casos –la de Robert de Niro en su papel de Senador, por ejemplo- como rebuscadas (pero con buen resultado) en otros –Michelle Rodríguez, quien interpreta a Luz-. Personajes bizarros y otros no tanto se combinan en una historia que de a ratos parece ser producto de un ensayo de diversión del director. Sin embargo, lo que allí se cuenta encierra fuertes verdades que de divertidas no tienen nada.
Hay algunas desprolijidades evidentes, aunque bien podría pensarse que están a propósito. De todos modos, la belleza de las mujeres que acompañan a los hombres rudos y malos seguramente logrará que aquellas pasen desapercibidas.