En 2007, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino estrenaron "Grindhouse", un homenaje al cine clase B de los años 70 que incluía dos films realizados por estos directores ("Death Proof" y "Planet Terror") y una serie de falsos trailers que los unía. Uno de estos falsos trailers era "Machete", el cual Robert Rodriguez decidió convertir en película.
Dentro del contexto de "Grindhouse", el trailer de "Machete" proponía dos minutos bizarros y divertidos que acompañaban bien al resto del proyecto. La decisión de transformarlo en un largometraje de 105 minutos ya resulta demasiado.
Tras una exagerada primer escena, uno descubre que la única forma de soportar esta película es tomándola como una comedia sobre el género de acción, como una sátira a las películas clase B de los años 70. Al fin y al cabo, si el propio director nunca la toma en serio, tampoco debería hacerlo el público.
"Machete" es una propuesta desmesurada, desagradable, delirante, sangrienta, sexual y cargada de excesos.
Las escenas de acción son violentas y exageradas, donde la sangre corre a litros, las cabezas ruedan y los cuerpos se apilan.
Los diálogos son ridículos y las actuaciones forzadas, todo a cargo de un elenco mezclado y raro.
Machete es interpretado por Danny Trejo, el viejo actor de 66 años que ya no está para hacerse el justiciero y conquistar jóvenes mujeres.
Su enemigo es interpretado por Steven Seagal, otro gordo y viejo héroe de acción al que le cuesta moverse. El enfrentamiento final entre estos dos personajes es patético.
Las personajes femeninos están a cargo de Jessica Alba (como una agente), Michelle Rodriguez (como una revolucionaria) y Lindsay Lohan (como una niña rica adicta), consiguiendo tres actuaciones para el olvido.
Los únicos que parecen divertirse con sus personajes caricaturescos son Robert De Niro y Don Johnson, el primero como un senador corrupto y el segundo como un vigilante.
Todo esto envuelto en una historia de venganza absurda y racista.
El director Robert Rodriguez ya había demostrado su fascinación por este cine exagerado y grotesco con sus anteriores trabajos "Once Upon a Time in Mexico" y "Planet Terror", pero con "Machete" lo lleva al extremo.