Pasaron exactamente 30 años desde que Mel Gibson corría por última vez por los desérticos baldíos australianos con su Ford Falcon XB Coupé, más conocido como “Interceptor”. George Miller, el creador del género post-apocalíptico, siempre quizo darle continuidad a la saga “Mad Max” y hoy, trés décadas más tarde de la última entrega, tenemos un nuevo capítulo en la historia de este icónico antihéroe.
Todo se inició allá por 1979 con “Mad Max”, en la que un ex policía de la MPF (Main Force Patrol), tras vengar la muerte de su esposa e hijo, se transforma en un brutal forajido en un mundo sin reglas, debido a la escaséz de alimentos, agua y combustible. Tuvo una continuación en 1981 con “Mad Max 2? más conocida como “Mad Max: el Guerrero del Camino” y una última entrega con Gibson como protagonista en 1985 con “Mad Max: Más allá de la Cúpula del Trueno”, muy recordada por la participación de Tina Turner como Tía Ama (o Aunty Entity en inglés).
Con la cuarta entrega de la franquicia, “Mad Max: Furia en el Camino”, que puede ser tomada tanto como una continuación como un reinicio, Miller retoma el género que creó y lo lleva a un nuevo nivel: con más autos, más explosiones, más acción, más violencia, más adrenalina y pocos diálogos.
Tom Hardy se pone en la piel de Max Rockatansky, quien, atormentado por su pasado cree que la mejor manera de sobrevivir es deambular solo por este mundo devastado, aunque termina uniendo fuerzas con Furiosa (Charlize Theron), una conductora de un gigantesco transporte conocido como “Camión de Guerra” (War Rig), quien se encuentra huyendo de una Ciudadela tiranizada por Immortal Joe (Hugh Keays-Byrne, actor que ya había participado en la primer “Mad Max”, interpretando a otro personaje).
Éste, se da cuenta que Furiosa ha tomado algo muy preciado e irremplazable para él y, enfurecido, reúne a todas sus pandillas y los persigue violentamente por los desolados y peligrosos caminos de un mundo enfermo.
La película es adrenalina pura de principio a fin. El 3D nos hace saltar del asiento en más de una oportunidad y la música, metal industrial, es el acompañamiento perfecto para pasar un buen muy buen rato.
Completan el reparto Nicholas Hoult en el papel de Nux; Nathan Jones como Rictus Erectus; Josh Helman como Slit; Rosie Huntington-Whiteley, Riley Keough, Zoë Kravitz, Abbey Lee y Courtney Eaton, todas ellas conocidas como “las Esposas”.