Mad Max: Furia en el camino

Crítica de Maru Manson - Toma 5

“MAD MAX: FURY ROAD”: RÁPIDOS Y FURIOSA

“No necesitamos otro héroe” pregonaba hace exactamente 30 años Tina Turner quien con esa canción cerraba la 3era entrega de la saga de “Mad Max”…. la misma que protagonizó junto a Mel Gibson y que dio cierre a la trilogía post-apocalítica escrita y dirigida por el australiano George Miller. Hoy llega a nuestras salas “Mad Max: furia en el camino”, un reboot sobre la historia de este ex-policía poco afortunado que promete (y cumple!) dos horas de acción y adrelina puras.

Tal como les comentamos anteriormente, esta nueva película de Mad Max, no se trata de una remake ni de una precuela o secuela sino que es un reboot. George Miller tomó los elementos clásicos de su historia y los aggiornó a este siglo que corre para que las nuevas generaciones se empapen de Max y las viejas disfruten con aún más potencia de sus conocidas desventuras.
Nuevamente el mundo está sumido en un caos que parece no tener fin: guerras nucleares, peleas por la escacez de agua y muerte, mucha muerte. Las peores miserias de la humanidad parecen haberse apoderado de los habitantes de la Citadela en donde el villanísimo Inmortan Joe entrena a su ejército de jóvenes (llamados “war boys”) y mantiene el control absoluto del agua. Justamente es acá en donde nuestro protagonista Max (Tom Hardy) termina (o mejor dicho comienza) aunque no durante mucho tiempo ya que sin querer, se ve envuelto en una de las expediciones de búsqueda más descomunales que hayamos visto en los últimos tiempos. Los destinos de Max y de Furiosa (Charlize Theron) se ven indefectiblemente cruzados y deberán aprender a confiar mutuamente si es que desean sobrevivir a la locura que los espera.
Lo interesante de la trama es que se hace mucho énfasis en el rol de la mujer, contrario a lo que sucede en la mayoría de los casos en las películas Hollywoodenses (y por sobre todo en el género de acción),
en su poder de decisión y de acción en un mundo en donde son vistas como meros objetos (sexuales y reproductivos) – cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad.
Si bien el guión del film es bastante escueto, los diálogos que se ven en pantalla son los mínimos e indispensables que en conjunto con las actuaciones, ayudan a entender la historia rápidamente. El ritmo de la película es perfecto, permitiendo al espectador respirar lo necesario antes de volver a sumirse en la acción desmesurada que
se despliega durante las casi dos horas del film. Las actuaciones están a la medida de este clásico en donde Charlize Theron brilla como la gran Imperatora Furiosa, Tom Hardy hace un muy buen trabajo llenando el lugar que Mel Gibson supo ocupar y Nicholas Hoult sorprende con su locura desmedida.
“Mad Max: furia en el camino” prometió mucho en todos sus adelantos y cumplió con toda esa acción y demencia quizás aportándole mucho más de lo esperado a la ya clásica historia. Tal como nos cantaba Tina Turner al principio de esta review “no necesitamos otro héroe” y George Miller lo entendió todo: necesitamos muchas Furiosas.