El show debe continuar.
Tras pasar por muchas aventuras en las junglas de África, el equipo de Alex (voz de Ben Stiller), Marty (Chris Rock), Melman (David Schwimmer) y Gloria (Jada Pinkett Smith) decide volver al zoológico de Nueva York. Pero para poder hacerlo, los animales necesitan la mano de sus amigos los pingüinos, quienes se encuentran en Monte Carlo. Con la ayuda de los lémures y los chimpancés, los cuatro tienen todo listo para viajar a Europa, reunirse con el resto de sus compañeros y planear la vuelta a América.
Pero, por desgracia para los peludos personajes, la vuelta a casa no será tan sencilla como esperaban, ya que la temible Chantel DuBois (Frances McDormand), una imparable oficial de control animal (piensen si Terminator se cruzara con Cruella de Vil, y van a tener una idea de como es), se pone a perseguirlos sin descanso. Sin lugar a donde escapar, el grupo se escapa de DuBois al subirse al tren de un circo, encabezado por el tigre Vitali (Bryan Cranston), la jagüar Gia (Jessica Chastain) y el león marino Stefano (Martin Short). Ahora, para poder regresar a Nueva York, los amigos tendrán que viajar por el viejo continente y fingir ser artistas del espectáculo, todo esto mientras DuBois se les acerca rápidamente.
Después de dos entregas que ganaron el corazón de la gente, Madagascar 3: Los Fugitivos (Madagascar 3: Europe's Most Wanted, 2012) aparece para darle un cierre a la franquicia animada, haciendo que los animales aprendan sobre la amistad y el verdadero hogar durante el camino a Central Park. Si bien la historia es muy familiar, los personajes tienen la chance de divertir bastante, lo que distrae y entretiene. Podríamos meter como ejemplos al rey Julien (Sacha Baron Cohen), que tiene un apasionado romance con una gigantesca osa del circo, o la feroz DuBois, que en un momento inspirado canta a todo pulmón ‘Non, je ne regrette rien’, el famoso tema de Édith Piaf.
Una buena decisión del film fue enfocarse en el humor y en el aspecto visual del film, que es veloz y deslumbrante. Mientras que los chistes vuelan uno detrás del otro, dando apenas un respiro, las escenas centrales del film (como una persecución destructiva que atraviesa las calles de Monte Carlo, o una función circense llena de luces y colores al ritmo de Katy Perry) están repletas de rapidez y brillo, dando un espectáculo que definitivamente debe ser visto en 3D. Los films de Madagascar siempre apuntaron a la diversión para grandes y chicos, y esta tercera entrega es la que más exito tiene al hacerlo.
En resumen, Madagascar 3 es un show que puede ser disfrutado por toda la familia. Completa de chistes redondos y escenas vibrantes de sonido e imagen que hacen un gran uso de las tres dimensiones, esta conclusión es una buena oportunidad para reirse, asombrarse e, incluso, poder mover el bote.