Afro Circus
Llega la 3ra entrega de Madagascar con muchísimo humor y más aventuras, conformando ya no un cuarteto de protagonistas, sino un gran equipo de personajes disfuncionales que hacen girar la rueda cinematográfica con una suavidad casi perfecta. Lo que comenzó como las aventuras de Alex, Marty, Gloria y Melman fuera del Zoo de NY, evolucionó y sumó personalidades que son realmente fundamentales, sin las cuales, la rueda encontraría más resistencia en el camino por el que transita. ¿Alguien se imagina Madagascar sin los pingüinos? ¿o sin el bizarrísimo "Rey Julien"? En este sentido creo que los directores Tom McGrath y Eric Darnell han hecho un trabajo formidable en la búsqueda de la química correcta para seguir ofreciendo una franquicia tan exitosa y entretenida como esta, que de seguro tendrá un par de oportunidades más para acrecentar el éxito y las arcas de Dream Works.
Como resalté al principio, el gran fuerte de esta 3ra entrega es el humor, que combina ternura y malicia de una forma magistral, creando una sonrisa ininterrumpida de 93 minutos tanto en los más chicos como en los más grandes que se animan a ir a verla. En esta ocasión, el grupo está intentando volver a casa (NY) pero como adivinarán, tendrán miles de problemas comiquísimos que se interpondrán con su objetivo, como por ejemplo andar como fugitivos por Roma, Londres y París con una loca agente de policía tratando de cazarlos. En el camino conocerán unos animales de circo que les cambiarán la concepción que tienen acerca de la vida.
Lo mejor a mi criterio fueron los pingüinos lejos.... y después el rey Julien que realmente logró comprarme con su personalidad tan bizarra y carismática. Por supuesto los 4 protagonistas tienen lo suyo, pero sinceramente, el éxito no sería el mismo sin este grupo de secundarios locos.
Concuerdo con algún comentario que leí en otro sitio que decía que es una de las pocas franquicias que realmente ha logrado ir evolucionando con el pasar de las secuelas y no al revés como suele suceder con la mayoría. Quizás un de los puntos más débiles de esta última peli tiene que ver con el guión, que sin ser malo es un poco más básico que los anteriores.
Para disfrutar de 1 hora y media a pura risa y color con una banda de animales tan locos y simpáticos como lo fueron en su comienzo. Una franquicia que todavía tiene cuerda para rato.