No es habitual encontrar en una tercera parte el signo de que una saga se ha fortalecido. En el común de los casos, el film que completa la trilogía tiende a verse deslucido, como una repetición de las formas originales que no obtiene los mismos resultados. DreamWorks ha visto desde un costado como Pixar se burlaba de esa tendencia con Toy Story 3, una película enorme a la que Shrek Tercero o La era de hielo 3 tienen mucho que envidiarle. Con los personajes del zoológico neoyorquino, el estudio revierte aquello que colaboraron a instalar con las secuelas en productos de animación, con un trabajo fresco, ágil y cargado de humor absurdo.
Uno de los mayores logros de esta película es que, en los 85 minutos que dura, no se permite bajar la intensidad. El ridículo ha quedado demostrado que no es para todos, las secuelas del ogro verde son el ejemplo, pero en esta oportunidad se lo explota como corresponde, en la forma de un chiste detrás de otro. Este ritmo frenético obliga al espectador a colgarse del trapecio y dejarse llevar por los animales. No hay posibilidad de detenerse a pensar por qué no funciona el primer canto de la cebra Marty, con un despliegue de la a veces insoportable voz de Chris Rock… si el intento fue fallido, se rebota en la red de seguridad y se vuelve al ruedo. El balance acabará por dejar una lista interminable de secuencias cargadas de gracia, algunas muy cómodas en lo obvio, otras sencillamente geniales, como la historia del tigre Vitaly (una lástima no poder oír la voz del gran Bryan Cranston) o la notable conversión de la capitana Chantel DuBois en la mítica Edith Piaf.
Con Eric Darnell y Tom McGrath nuevamente detrás de cámaras, esta vez junto a Conrad Vernon (Shrek 2), el gran cambio corre por cuenta de Noah Baumbach, escritor de films como The Life Aquatic with Steve Zissou, The Squid and the Whale, Fantastic Mr. Fox y Greenberg. El guionista, que ha trabajado una variada gama de tópicos a lo largo de su carrera, ha sabido cómo abordar personajes en crisis, de aquellos que no terminan de definir su rumbo en la vida, así como también formaciones dispares, que funcionan cuando todos apuntan hacia un mismo lado. Esa experiencia aplicada sobre el grupo de animales y un humor constante que surge de cualquier acción, hacen que esta tercera parte sea la mejor. Madagascar 3: Europe's Most Wanted es la vencida.