Cómo interesar sin bajadas de línea
Carina Sama, sanrafaelina de origen, empezó como asistente de Teo Kofman en "El jardín de los infiernos", una miniserie de ambiente carcelario realizada en Mendoza hacia fines de los 80. Integró luego varios equipos, incluso de extranjeros que vinieron a rodar al país, como Marc Evans, Jaime Chávarri, Jordi Frades y Marco Risi (la simpática "Tres esposas", que aquí nunca llegó a estrenarse). Bien asentada, recién hace poco empezó a realizar una obra propia. Este es su primer largometraje.
Se trata de un documental de entrevistas, centrado en cuatro travestis y un transexual de su provincia. Gente distinta al común de los demás, ya se sabe, distinta entre sí, lo que ayuda a ampliar la perspectiva, pero, sobre todo, gente distinta a lo que podría esperarse, o temerse, de un documental donde se plantea la famosa identidad de género, la construcción de lo femenino, etc. Acá no hay cabezas parlantes que bajen línea, opinólogos que orienten al público respecto a lo que se está viendo, ni hay jueces o políticos haciendo declaraciones sobre la discriminación, la igualdad ante la ley, los derechos conseguidos en estos últimos años, ni nada de eso. Lo que hay son unas personas muy sencillas, sinceras, que cuentan sus vidas con franqueza, y en algún caso con buen humor, sin victimizarse ante las crueldades de la sociedad, y sin lucir tampoco algún orgullo militante por su elección de vida. La directora hace que las apreciemos como personas, ahí está la clave. Contenida, y por eso mismo más tocante y reveladora, la sorpresiva información sobre el destino de quien parecía haber llegado tan cerca de su sueño. En resumen, un documental interesante, hecho por una mujer que realmente sabe cómo lograr que la gente se sincere ante la cámara, y cómo seleccionar después lo más significativo de cada persona. Esperamos con interés su siguiente obra.