Ricos americanos viviendo en París, cena elegante, hay trece invitados: mucama española se hace pasar por señora rica para ocupar el lugar 14. El espectador sabe que esto es un vaudeville, sabe, pues, que está mucho más cerca del teatro -o de cierta televisión- que del cine propiamente dicho. Sabe, no puede dudarlo, que los intérpretes son simpáticos y saben darle peso incluso a lo que no lo tiene. Sabe que va a pasarlo bien y va a olvidar rápido.