Darren Aronosfky es un provocador, cuando se acerca a convencionalismos el público responde de manera positiva, cuando bucea aristas complicadas narrativamente su obra automáticamente genera rechazo.
En Madre! logra generar dos historias disímiles pero que ambas responden a una misma lógica, la del avance de la otredad, la banalización y explotación de los ídolos, la fama, el dolor, la pasión, la historia de la humanidad reunida dentro de una casa, una casa que respira y que atrapa a quien ingrese a ella. Los planos cercanos, la cámara nerviosa, rabiosa, configuran una de las más asfixiantes películas, y también inasible, de los últimos tiempos. Lawrence impecable como esa Rosemary actual que busca sentido a su vida.