La historia se desarrolla en una mansión en las afueras, alejada de todo, la habita un matrimonio compuesto por una mujer encarnada por Jennifer Lawrence, quien se encarga de restaurar la casa, las tareas del hogar y es la musa inspiradora de un escritor famoso (Javier Bardem), quien se encuentra bloqueado en su aspecto creativo y cuida una piedra de cristal, un símbolo especial que pertenece al pasado.
Con el correr de los minutos notamos que ellos se encuentran en crisis y al abrir la puerta de entrada a la casa una serie de situaciones raras se desatan, ingresan un hombre (Ed Harris), luego su esposa (Michelle Pfeiffer), tiempo más tarde dos hijos de estos y una serie de personajes que van a desatar el posterior devenir de situaciones realmente extrañas.
Un mundo inquietante que atrapa al espectador (hay que ir con la mente bien abierta), con una serie de elementos sobre naturales, surgen los miedos que tenemos al crecer, a ser padres, están los temores a lo que le pueda pasar a nuestros hijos, las pérdidas, las incertidumbres, infidelidad, ansiedades, frivolidades, frustraciones, injusticia, egoísmo, fama, vanidades, y la relación con los fans, además toca varios temas para analizar.
Es un film interesante, juega con el espacio y el tiempo, donde se pueden hacer distintas lecturas, está lleno de metáforas, símbolos, mensajes y elementos que aportan a la reflexión. Su relato resulta asfixiante, inquietante, claustrofóbico, hay pánico, con toques apocalípticos y su terror esta en los interiores.
Los personajes transmiten mucho desde la mirada, lo gestual y lo corporal, ninguno de estos tienen nombre. El elenco se destaca; un gran trabajo de Bardem (quien representa al tiempo y a al artista), excelente, Lawrence (ella es la Madre tierra) vuelve a brillar, esta impresionante (entiende bien sus personajes y a su pareja Aronofsky), Ed Harris extraordinario, es un actor que siempre rinde y Pfeiffer a los 59 años, mantiene su belleza, sensual y de un gran profesionalismo. Una gran dirección de arte, y bajo la gran dirección Darren Aronofsky (“Noé”, “Cisne negro”, “El luchador”, “Pi, fe en el caos”). Cierto hilo conductor a “La semilla del diablo” de Roman Polanski.