Hablaremos un poco más de este filme cuando, en breve, se vea en Netflix.
Pero adelantemos: todos los lugares comunes de la corrección política tomados con la seriedad apabullante de quien no cree en ellos pero está convencido de que así ganará público.
Vueltas y vueltas de tuerca melodramáticas (es Almodóvar, qué esperábamos) para señalar con el dedo lo que el espectador debe pensar. Penélope siempre está bien, dicho sea de paso.