Dos figuras carismáticas como Anne Hathaway y Rebel Wilson arremeten con esta comedia que no es otra cosa que la remake de Un par de seductores, el filme que tuvo a Steve Martin y Michael Cainecomo protagonistas en 1988 bajo la dirección de Frank Oz, en la que ellos eran estafadores de mujeres adineradas. En Maestras del engaño, la fórmula se invierte en tiempos de mujeres empoderadas y...timadoras.
Tanto Josephine -Hathaway, quien trabajó en Oceans 8: Las estafadoras- como Lonnie -Wilson, vista en la reciente ¿No es romántico?- provienen de mundos diferentes pero tienen algo en común: sacan provecho de los hombres.
La acción se desarrolla en la costa francesa, en un marco pleno de glamour y lugares paradisíacos, donde las protagonistas ponen en marcha sus planes para acrecentar sus cuentas bancarias.
El filme dirigido por Chris Addison, el dos veces ganador del Emmy como productor de la serie Veep, no alcanza el nivel de su predecesora, aún contando con dos pesos pesados del género.
Josephine impone su seducción -se hace pasar por una médica oftalmóloga- y Lonnie -con su torpeza habitual aparenta ser ciega- llevan adelante una estafa a un joven magnate de la tecnología. En este caso, ellas prueban sus fuerzas por separado y logran momentos de destaque en escenas de gags físicos.
El resto no es tan divertido como se espera debido a un guión previsible y no siempre efectivo en las situaciones que plantea, con chistes sexuales anticuados, y siempre tomando la gordura como limitación física o motivo de chiste. Todo no es más que un extenso sketche televisivo que nunca encuentra el rumbo de la diversión y del buen entretenimiento.