Este film narra el encuentro, en un contexto totalmente ajeno al origen del drama, de una mujer que ha sido torturada con su torturador. Él ahora es taxista, antes reprimió con saña a Sendero Luminoso en Perú. Ella es su víctima. El resultado es de una gran tensión, aunque en algunos momentos el tema y la política superficial deslucen lo que, de otro modo, sería un drama más general y complejo. Las actuaciones llevan la mejor parte de la película.