Magic Mike XXL arranca tres años después de los hechos acontecidos en la película original. El grupo de Mike (Channing Tatum) se encamina a una convención de strippers para dar una última gran actuación. A pesar de no contar con Steven Soderbergh tras las cámaras, ni con la presencia del fundamental Matthew McConaughey, la historia detrás de estos "hombres objeto" aún mantiene su encanto.
El secreto de esta historia, es que pese a estar claramente destinada al público femenino, presenta personajes muy humanos, queribles, con los que la platea masculina también puede empatizar. Por supuesto, los bailes y las performances de los musculosos son logrados y la idea de encarar el filme como una especie de road movie también ayuda a darle frescura a esta comedia pasatista y efectiva.