Nada para ver, salvo pectorales y abdominales marcados
A esta altura creo que es justo indicar que Steven Soderbergh ha sido un cineasta sobrevalorado por la crítica. Sorprendió en 1989 con un film pequeño llamado Sexo, mentiras y video que, si bien era muy interesante, basó un poco su éxito en su temática "polémica". Su cúspide como realizador tuvo lugar en al año 2000 cuando estrenó Erin Brokovich y Traffic. Ambas películas lograron reconocimiento de la crítica y cosecharon decenas de premios. Pero a la distancia hay que decir que se trata de dos filmes menores. La primera es una falsa película de denuncia, en la línea de la muy superior Una acción civil, que servía más que nada como un vehículo para que su estrella, Julia Roberts, ganase el Oscar que finalmente obtuvo. Traffic, por su parte, era una mosaico sobre el mundo de la droga que, si bien tenía aciertos a nivel de dirección, terminaba siendo una película moralista y discriminatoria. Luego Soderbergh conoció a George Clooney e inició una exitosa dupla, donde destaca la saga de Ocean's eleven, filmes entretenidos pero no mucho más. Ahora llega Magic Mike, película que desconcierta un poco dentro de la filmografía de Soderbergh, aunque sigue el bajo vuelo artístico de su obra previa.
Magic Mike adentra al espectador, no de manera muy exhaustiva, en el mundo del strip tease masculino. Se inicia cuando Adam, un joven de 19 años sin rumbo en la vida, conoce a Mike (Channing Tatum), un tipo que se dedica a colocar techos. Pronto, de casualidad, descubrirá que Mike tiene otra ocupación: es stripper en un club nocturno. Y, por esas cosas de los guiones, Mike introducirá al joven en el mundo del strip masculino. Así conocemos a Dallas, el dueño del club interpretado por Matthew McConaughey. Es un rol ideal para él, que le permite mostrar su personalidad y solvencia interpretativa y, más que nunca, su cuerpo torneado. También conocemos a la troupe de strippers, aunque estén casi de decorado. Todo gira en torno de Mike, Adam y Dallas.
La peli tiene un comienzo promisorio, a la Boogie Nights, que tiene el atractivo típico que se da cuando se introduce al espectador a un sub mundo desconocido y seductor. Pero el atractivo va bajando a medida que avanza la historia, que muestra cómo Mike busca abrirse de la actividad para dedicarse a un emprendimiento personal, al tiempo que el Kid se mete cada vez más en ese mundo, cayendo en un par de actividades que lo complican a él y a Mike. Simultáneamente, Mike conoce y siente atracción por Brooke, la sobreprotectora hermana mayor de Kid.
La historia, aparentemente, tiene algo de fundamento en la propia vida de Tatum (ex stripper en la vida real), quien se muestra muy convincente no sólo como stripper sino en su interpretación.
En conclusión, un film que arranca bien pero termina siendo una propuesta menor y que, incluso, muestra cierta moralina, no nueva en Soderbergh.
Poco para ver, salvo por los muchachos en zunga.