Payasada gore sin ninguna otra pretensión
Un grupo de estudiantes de cine filma un cortometraje de terror llamado "Noche Brava", mezcla de psychothriller con historia de casa embrujada. Pero cuando estaban preparando recién el making off del rodaje, un asesino misterioso mata de forma cruenta a dos de los participantes del proyecto. La policía, liderada por un detective de apellido Caligari, no tiene muchas pistas y libera a todo el equipo, que pese a lo sucedido, decide continuar con el asunto dado que alguien se olvida de cancelar el catering y están llenos de comida. Por supuesto, una vez retomado el rodaje, los crímenes continuarán.
No se puede decir que "Making off sangriento Masacre en el set de filmación" sea mala, al menos no demuestra tener más pretensiones de ser otra cosa que una divertida payasada gore, lo que por momentos realmente consigue.
Los diálogos y el estilo cómico son bastante tontos, aunque a veces resultan divertidos, sobre todo cuando parodian la cinefilia nerd de algunos estudiantes de cine. Por otro lado, la estética es realmente colorida, obviamente sobre todo en tonos rojizos, ya que el gore abunda alegremente, aunque luego del prólogo se hace esperar un poco, pero terminada la proyección nadie se va a quejar de que falte sangre.
Por otra parte, en medio de un buen número de actuaciones tan amateurs como sus propios personajes, sobresale el siniestro protagonista, el legendario cantante punk Marcelo Pocavida (conocido por sus actos con bengalas en los shows de bandas como Star Losers, al punto de que ya fue objeto de un documental biográfico). Pocavida no necesita hacer mucho esfuerzo para lucir ominoso, y su presencia anima algunas atractivas escenas terroríficas, como cuando discute con la actriz protagónica su método actoral.
Los hermanos Quintana pueden hacer cosas mejres si ponen un poco más de cuidado en el guión y algún rigor en los detalles.