Si algo sorprendió positivamente la primer película de Maléfica (2014) fue el completo cambio de guión con respecto a la historia original de La Bella Durmiente (1959), poniendo a la (hasta ese momento) villana mas malvada de Disney, y de la cual poco se conocía, como la protagonista/antagonista de su propia cinta en la que la veíamos en el rol de villana y también de heroína. Nos dio una mirada completamente distinta a una historia que creíamos conocer. Ahora llega su secuela, en la que nos quieren mostrar aún más en detalle la vida de Maléfica y Aurora (Elle Fanning) luego de los acontecimientos de la primera película, y la pregunta que nos hacemos todos es “¿para que?”.
No hace falta que pasen las dos horas que dura esta segunda parte para darnos cuenta que estamos ante uno de los bodrios mas grande de Disney. Basta solo con ver la participación de Angelina Jolie (o un CGI de ella, es difícil diferenciarlo), la cual se nota que filmó todas sus escenas en menos de una semana y que ni siquiera compartió tiempo y espacio con otros actores con los que comparte escenas. Para entender, la protagonista de la película es la que menos aparece.
La historia se ubica cinco años después de la primera película, Cuando el príncipe Phillip le propone matrimonio a Aurora, un matrimonio que se vera empañado por el desprecio de la madre de Phillip, la Reina Ingrith de Ulstead (Michelle Pfeiffer), contra a las hadas y seres místicos, a los cuales busca extinguir y lo que pondrá a en enfrentamiento a Maléfica y Aurora. Todo esto mientras descubrimos el verdadero origen de Maléfica y nos enteramos que no es la única de su especie.
Aquello que celebramos de la primera película, de mostrarnos algo distinto a la historia original (algo que por ejemplo le criticamos a la remake de El Rey León) se termina exagerando al extremo sin necesidad alguna. Y todo empeora si se hace con un guión chato y con 0 ganas. Todo lo que le falta a la historia para ser atractiva se le volcó a los efectos especiales, lo mas atraparte de todo, con un aspecto visual increíble y con lindas criaturas, que suman un poco, pero no salvan.