Maligno comienza en 1993 en el Hospital Simion Research, para luego llegar a la actualidad donde Madison "Maddy" Mitchell (Annabelle Wallis) espera una beba después de dos abortos espontáneos. Nada es rosa aquí, su marido Derek (Jake Abel) es abusivo. A partir de una discusión donde Maddy recibe un fuerte golpe en la cabeza, comienza a ver aterradores asesinatos en tiempo presente, como si estuviera en la escena del crimen. Los policías Kekoa Shaw (George Young) y Regina Moss (Michole Briana White) comienzan una investigación que la involucra, pero para ello deberá adentrarse en un pasado aterrador. Su director, el talentoso James Wan, creador de grandes títulos como "El Conjuro", "Saw" e "Insidious" en el género, pero también "Aquaman" y "Fast & Furious 7", (sólo por mencionar algunas ) vuelve adonde se siente como pez en el agua. El film ahonda en relaciones entre padres, hijos y hermanos, todo eso envuelto en temas médicos y traumas infantiles. Siempre hay que ir con pie de plomo para no spoilear, y en este caso es aún más difícil dar detalles sin arruinar la trama, sólo decir que el otro gran protagonista es el misterioso Gabriel. Lo interesante es averiguar quién es Gabriel, un espíritu, un personaje imaginario o alguien de su pasado? El suspenso de este thriller se mantiene durante las casi dos horas de proyección y crece hasta que el misterio es develado. Para averiguar quién es el responsable de los asesinatos que comienzan a acontecer, Maddy cuenta con la ayuda de su hermana Sydney (Maddie Hasson) además de la policía local. Cada asesinato es más sangriento que el anterior, por lo que no es apto para sensibles. La filmación que sobrevoló esta película estuvo signada por el misterio, casi no se conocían detalles...pero ya puede verse y si bien es cierto que la fórmula se repite, (la casa enorme, los ruidos, la entidad) entretiene de principio a fin. Buen elenco, coreografías muy bien ejecutadas, la fotografía de Michael Burgess es excelente y si uno se presta a jugar el juego durante 111 minutos, se sentirá atrapado por ese festival de sangre y buenos efectos, que, para los amantes del terror, valen la pena.