Crimen en la comunidad
A la manera de una investigación policial transcurre Malka, un documental que reúne información sobre Malka Abraham, una joven prostituida por la organización Zwi Migdal en la provincia de Tucumán durante la década del 30. Años después, Malka siguió en la prostitución, juntó un montón de dinero y fue asesinada en 1957, en un hecho aun no resuelto por la justicia. El trabajo de investigación del director Walter Tejblum, como si fuera una especie de periodista de policiales de la actualidad, resulta encomiable como así también su afanosa búsqueda de la verdad, entrevistando personas, visitando el archivo del diario La Gaceta, hablando con herederos del personaje central. En ese punto, Malka traza un manto de permanente sospecha sobre el caso: declarantes que niegan a testimoniar o retrasan la cita, omisiones y olvidos, sorpresas varias ante el periodista-director que sabe mucho más que otros, o en todo caso, que no recibe las respuestas adecuadas para resolver el enigma. Si Malka, una chica de la Zwi Migdal presenta un cuadro de sospechas sobre un asesinato no resuelto aún, haciendo énfasis en el mutis por el foro de algunos integrantes de la comunidad judía, las elecciones formales del documental no superan una leve medianía que puede observarse en trabajos similares. Las respuestas al caso, las pocos que se visualizan en el film, son presentadas a través de las palabras, dejando a las imágenes en un segundo lugar. Mientras tanto, los cuatro millones de la herencia de Malka Abraham comprueban que todavía subsisten puntos oscuros en tan particular vida y en las de otros más.