“Quise hacer un capítulo de Los Simpson”, dice el director Ariel Winograd sobre su nueva película. Y salvando las distancias consiguió bastante de eso.
De hecho, los memoriosos y fans de la serie recordarán el fantástico episodio en el cual Marge se va al Rancho Relaxo para tomarse unas vacaciones de su familia por mucho estrés y Homero queda a cargo de los niños.
Básicamente ese es el plot de Mamá se fue de viaje, y si bien Diego Perreti no encarna a un inspector de seguridad de una planta nuclear, si presenta muchas dificultades como padre e ignorancia absoluta en los quehaceres de la casa.
Es ahí donde radica lo mejor del film y por donde hay que analizarlo porque realmente te reís mucho en bastantes secuencias.
Si bien también es verdad que ciertos aspectos del guión, y por consiguiente sus chistes, atrasan un poco en el sentido que hoy queda un poco demodé que un hombre no sepa usar un lavarropas, también es cierto que hay muchas familias que siguen viviendo de esa manera. Y como casi todas las películas de Winograd, ésta se basa en hechos reales.
La fórmula es la de comedia americana pero adaptada a nuestra idiosincrasia. Ya he escrito sobre “La Nueva Comedia Argentina y sus abanderados”, y este estreno si bien no es su mejor exponente es un gran producto.
La realización es impecable y funciona todo como relojito: planos, música y montaje.
El elenco muy sólido con Peretti a la cabeza, Pilar Gamboa muy bien y Carla Peterson breve pero sólida.
Punto y aparte para Lorenzo “Lolo” Winograd, el hijo menor del director que hace del hijo más chiquito de esta pareja ficticia. Definitivamente tiene los mejores momentos. Tan graciosos como puros.
En definitiva, Mamá se fue de viaje es una película para todo público en el mejor sentido de esa expresión.
Una buena comedia argentina para ver en el cine.