Mamá se fue de viaje es un ping -pong divertido sobre las idas y vueltas de una pareja en la crianza de sus hijos. La diferencia entre géneros en la toma de decisiones y la responsabilidad en ciertas tareas hogareñas dentro de una familia, construyen un retrato costumbrista de una familia argentina. Los roles familiares: mamá (Carla Peterson) que dejó su profesión de abogada para criar a su niños y papá (Diego Peretti) gerente de recursos humanos de una multinacional que poco está en su casa, se ven afectados por la falta de templanza de la mujer que cansada de seguir los mandatos familiares se toma el buque al Machu Pichu y deja a los pibes al cuidado del papá.
Los chistes sobre el maniqueísmo masculino – ideas universales- acerca de que la mujer debe ser todo terreno y el hombre es un macho proveedor – que no sabe ni atarse los cordones- , son llevados a la comedia de forma hilarante. Ariel Winodgrad, es un gran director, lo alabé por la comedia Sin Hijos, también con Peretti y le critiqué la segunda mitad de Permitidos, su última película, en donde Lali Esposito y Martín Piroyansky se lucen como una pareja en crisis.
Siempre he dicho y no me canso de decirlo que Winodgrad tiene las mejores intenciones para con la comedia, para mí es el mejor, no hay otro que le haga mella, al menos en el tipo de comedias que él dirige. Heredero sin duda de la Nueva Comedia Americana, Winodgrad se mete con los kidults (treintañeros tirando a cuarentones) y se trasforma en el “Judd Apatow Argento”. Sus personajes son adultos a que les cuesta crecer, incluso cuando ya son padres de familia. Todo es manejado a la perfección por Winograd en la comedia: la música, los gags, los planos opulentos, las relaciones entre los personajes, las buenas performance –en sus películas todas actúan bien- incluso el dominio por ofrecer títulos de créditos iniciales que hacen una perfecta presentación de los personajes y del tema.
En Mamá se fue de viaje el aire de catástrofe se plantea desde la primera secuencia: un padre debe darle la mamadera al bebe Lolo, ese plano en donde Peretti/Victor mira a su hijo desde abajo de una fastuosa y larga escalera (al son de Aire Libre de Lucie Belmond, tema celebre de La salud de nuestros niños), anticipa lo que será el tema de toda la película. Un padre que nada sabe de los quehaceres de la casa, tiene que lidiar con sus cuatro niños (Bruno, Lara, Tato y Lolo) que no le harán las cosas fáciles.
Las perfecta elección de los infantes – la química con Peretti es un de lo mejor del metraje-, propician las mejores bases para una película que causa gracia, incluso en los momentos más trágicos. Las mentiras piadosas, los enredos y la soltura con la que deambulan estos personajes ingenuos y buenos construyen un relato gracioso. Todo se va derrumbando en una película que incluso se pone peligrosa, la mujer no está y el padre tiene que lidiar con la casa y con el trabajo.
El villano, Di Caprio (Martin Piroyansky), un joven managment, bilingüe e inescrupuloso, que quiere serrucharle el piso a un Peretti desesperado, una empleado echada injustamente que entra a la casa como niñera– genial Pilar Gamboa- y los propios hijos de Victor Garbo, todos construirán una gran ensalada en donde la comedia se desprende de la conspiración y de hacerle pasar el “mal rato” a Peretti/Victor. Peretti es bueno, con su cara de póker y sus parlamentos quejosos, generan empatía con el espectador, incluso en los momentos más incomodos: el discurso del hombre sobre el tiempo libre de la mamá es desbastador y misógino, pero sin embargo causa gracia.
Como en This is 40 del genial Apatow, la reconstrucción de la vivencias maritales con niños de por medio, se vuelve acida y poco romántica. Como si el miedo de Peretti/Garbo fuera el del propio director. Mamá se fue de viaje es mucho más que una comedia pasatista, es una descripción agridulce sobre la vida en familia, plagada de gags y momentos graciosísimos.
Nota al pie: Quiero tomarme una licencia y sugerir una Buddy Movie: me gustaría ver a Martin Piroyansky (Di Caprio) y al gran Iair Said (hace en la película de maestro de kínder de Lolo) como dupla de humor, obviamente dirigidas por Winograd. Los muchachitos son para mí los mejores actores de comedia del cine argentino, y veo en ellos una dupla resultona. Winograd la tiene clara en la comedia y creo que los tres serían un trio memorable. Ojala mi deseo se haga realidad.