La plata manda. Por eso es que en Hollywood, cuando una película autoconclusiva recauda bien, se ven obligados a sacar secuelas de la galera. Acá hablamos de Mamma Mia – basada en una obra de teatro que estuvo cocinándose durante años en base a las canciones mas populares del grupo sueco ABBA y que fuera llevada al cine en el 2008 -, a la cual tuvieron que inventarle una continuación directamente escrita para la pantalla grande. Y si bien ABBA es genial, tampoco son Los Beatles que tienen toneladas y toneladas de éxitos: el 95% de lo mas conocido ya los presentaron hace 10 años y ahora lo que le quedan son los “hitos” de segunda clase, con buenas letras pero que son cero pegadizos. Como usar solo ese material seria el beso de la muerte para una producción tan cara y cuidada, es inevitable el reciclado aunque sea en nuevas versiones. El personaje de Meryl Streep no está, se murió, chin pún, pero flota su espíritu en el ambiente. Ahora su hija, Amanda Seyfried, reinaugura el hotel, invita a todos los del primer filme y, mientras tanto, se entera que está embarazada. Curioso paralelo con la historia de su madre, que fundó el hotel (desde las cenizas) cuando la estaba esperando a ella.
Lo que sigue es un ida y vuelta entre el presente de la Seyfried y el flashback de la Streep joven, el cual funciona como los dioses gracias a la gracia infinita de Lily James. No se ve como una impostora o imitadora, es directamente otra entidad llena de chispa (junto a los clones jóvenes de Julie Walters y esa fuerza de la naturaleza que es Christine Baranski), y su sonrisa y calidez inundan la pantalla contando cómo conoció a sus tres pretendientes y cómo quedó en la dulce espera mientras se enamoraba para siempre de Grecia.
Hay bolazos en los cuales uno es cómplice porque la recompensa es grande, y Mamma Mia 2 es uno de esos casos. ¿Canciones repetidas? Sí. ¿Historias que no cierran mucho?. Desde ya. ¿Alegría en abundancia?. Claro que sí. Como pasaba con las secuelas de Ocean’s Eleven, uno quiere pasar mas tiempo con estos personajes, y hay varios goles de media cancha entre chistes, perfomances, y situaciones a pura emoción. ¿Si vale la pena verla?. Si usted amó la primera, la secuela lo dejará muy satisfecho aun sabiendo que no esta a su altura. Y si usted no quiso saber ni pío de la original… ¿qué hace leyendo éstas lineas?.