Soy muy fan de los musicales y, por consecuencia, Mamma Mia! Es un bastión muy importante.
Amé la película en el cine 10 años atrás, y la tengo en mi colección de blurays. Por ello, cuando anunciaron esta secuela tuve miedo.
Aquellos temores se disiparon a los tres minutos de metraje, cuando puede apreciar que la magia estaba intacta.
Mamma Mia! Vamos otra vez es puro deleite audiovisual, y es imposible que no te emocione si te gustan los musicales.
Y hablando de eso, y aunque sea obvia la aclaración: si sos una persona que no gusta de este género, definitivamente no es tu película. No es para aventurarse en el cine.
Ahora bien, en cuanto a la música, están muy bien seleccionadas las canciones de Abba pero lo mejor fue usado en la primera entrega. Por ello aquí repiten los grandes hits, pero con una lavada de cara. Pero vale aclarar que una de esas secuencias es fantástica.
En cambio, la puesta es mejor es esta película en cuento a encuadres, fusiones y montaje. Hay un salto técnico en comparación a su predecesora.
El director Ol Parker, quien viene del indie con una muy linda (y triste) película llamada Now is good (2012), hace un excelente trabajo en un género que tiene sus vicios.
Otro gran acierto, es hayan contado dos líneas temporales, una (la del presente) siendo secuela, y otra siendo precuela.
En el pasado vemos al trío de amigas, y a los amores de Donna, fantásticamente compuestos por actores jóvenes. Todos ignotos menos la protagonista.
Difícil la tarea de Lily James, porque de una forma u otra debía llenar los zapatos de la inigualable Meryl Streep. Pero lo hizo. Llena toda la pantalla con carisma absoluta, y transmite todo.
Amanda Seyfried también está genial, pero disfruté menos su personaje aquí por no poseer la frescura de antes.
Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård y Colin Firth se hacen cargo de su edad, o, mejor dicho, el guión toma nota de ello y se usa de manera muy inteligente y graciosa.
Christine Baranski y Julie Walters la vuelven a romper al igual que todo el elenco que no deja de sorprender con incorporaciones tales como Andy García.
Y de repente… Cher. Única e inigualable. Indiscutible. Estrella absoluta en un cameo memorable.
¿La frutilla del postre? La mismísima Meryl Streep, quien se hace extrañar mucho pero que aparece en el momento justo y de manera formidable.
Mamma Mia! Vamos otra vez es un musical excelente, apenas un pelín más abajo que la película original, pero no por eso menos disfrutable.
Emocionante, cautivadora y llena de pasión.