Manchester junto al mar, es una de las nominadas a los Oscar como “Mejor Película”. Con actuaciones de Casey Affleck y Michelle Williams, entre otros, nos mete en una historia que camina a paso lento.
Su director, nos va mostrando de a poco lo que le pasa a su personaje principal. Como si un cuarto se fuera iluminando gradualmente. Alumbrando cada rincón, vamos conociendo a Lee Chandler (Casey Affleck).
El andar de la película es lento, pausado, el ritmo lo impone su protagonista, con una gran actuación, en donde podemos ver su desinterés, su depresión y su única intención de huir de Manchester. Que no es el Manchester que todos esperamos ver, allá en Inglaterra, sino una ciudad de los Estados Unidos.
Es una película que se asemeja mucho a lo que pasa cuando perdemos a un ser querido: hay que ocuparse de papeles, elaborar un duelo, uno se ríe, llora. Todos esos condimentos se ven en el film. Sin embargo, uno se queda con la sensación de que después de dos horas de cinta, no ha pasado gran cosa.
Kenneth Lonergan (Director), va contando la historia con flashbacks. Veremos una buena época del personaje y su actualidad, en donde perdió a su hermano, tiene que cuidar a su sobrino y además, convive con una desgracia.
Manchester junto al mar, es muy real, de sentimientos nobles, sincera, pero es una película difícil de llevar, como una depresión, o angustia. Quizás, fue buscado, pero deja público afuera.